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18 de septiembre de 2024

Un convoy celebra en Herat el tercer aniversario de su llegada de los talibanes al poder

Un convoy celebra en Herat el tercer aniversario de su llegada de los talibanes al poderMohsen KARIMI / AFP

Afganistán sufre tres años de infierno tras la llegada de los talibanes

El único país del mundo que no permite la educación a las mujeres ha iniciado las celebraciones en el antigua base aérea estadounidense de Bagram

1095 días han transcurrido desde que los talibanes tomaron Kabul convirtiendo al país en su rehén. En la retina todavía sobreviven las imágenes de un aeropuerto de la capital afgana, que antes del fatídico 15 de agosto de 2021, fue tomado por una población que huía despavorida. Incluso aferrándose al tren de aterrizaje de las aeronaves. Supuso el fin de veinte años de guerra con el antiguo Gobierno de la República, que recibía el apoyo de las tropas estadounidenses.

En estos tres años, la misión de la ONU en Afganistán ha reportado más de 800 casos de ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones forzadas contra individuos afiliados al antiguo Gobierno y sus fuerzas de seguridad.

Las mujeres sufren unas circunstancias sin parangón que han provocado un panorama más que preocupante en este régimen de terror. No sólo han sido «borradas sistemáticamente» de la vida pública, según señaló este jueves un informe del proyecto Afghan Witness, del Centro de Información y Resiliencia (CIR).

También, los investigadores recopilaron 700 informaciones en redes sociales y páginas de noticias afganas en las que destacan «los feminicidios, violencia doméstica y sexual, matrimonio forzado, detenciones, torturas y desapariciones de mujeres y niñas».

Recibir una educación está vetado, si eres mujer, ya que no se les permite cursar estudios secundarios ni de nivel superior. Convirtiendo a Afganistán en el único país del mundo que en la actualidad ha suspendido el acceso de las niñas y las mujeres a la educación, según un informe de la UNESCO.

La economía afgana, ya frágil antes de la llegada al poder de los talibanes, ha sufrido un duro golpe. Las sanciones internacionales, unidas al éxodo de profesionales cualificados, han sumido al país en una profunda recesión.

Un tercio de sus habitantes se mantiene sólo a base de pan y té. Según la ONU, en 2024, más de la mitad de la población del país necesitará ayuda humanitaria.

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