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19 de septiembre de 2024

El presidente Zelenski visita la línea de contacto en Donbás

El presidente Zelenski visita la línea del frente en DonbásPresidencia de Ucrania

Zelenski acelera para poner fin a la guerra en Ucrania con la carta de Kursk bajo el brazo

Las tropas ucranianas mantienen bajo su control unos 1.300 kilómetros cuadrados de territorio ruso, mientras que el Ejército ruso avanza hacia Pokrovsk, en Donetsk, para contrarrestar la ofensiva ucraniana

Durante las últimas jornadas, Ucrania ha sufrido uno de los mayores bombardeos de la guerra. Este lunes, más de cien misiles rusos y un centenar de drones bombas sobrevolaron los cielos del país centroeuropeo con un objetivo, sus infraestructuras energéticas. Hasta 15 regiones ucranianas se vieron atacadas y cinco personas murieron. Rusia ha vuelto a castigar a su vecino con más bombardeos durante la madrugada del martes y el Ejército ucraniano ha respondido atacando la región fronteriza de Bélgorod.

En medio de un intenso fuego cruzado, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, anunciaba una rueda de prensa que, por la estética, ya delataba que el mandatario ucraniano estaba a punto de decir algo importante. La bandera bicolor azul y amarillo y otra con el escudo del país ocupaban gran parte del escenario. Zelenski, vestido con colores militares, como ya nos tiene acostumbrados desde el inicio del conflicto, se sentaba frente a los periodistas para anunciar que tiene un plan para poner fin a la guerra y que se lo presentará a su homólogo estadounidense, Joe Biden, el próximo mes de septiembre.

«El punto principal de este plan es obligar a Rusia a poner fin a la guerra. Y eso es algo que deseo fervientemente: que sea justo para Ucrania», explicó el mandatario, que tampoco ofreció muchos más detalles sobre su hoja de ruta para conseguir la paz tras más de dos años y medio de guerra. En este sentido, Zelenski reconoció que el fin del conflicto sólo se podrá conseguir a través del diálogo, pero que, para sentarse en una mesa de negociaciones frente a su gran enemigo Vladimir Putin, Kiev tiene que estar en una posición de fuerza. La incursión ucraniana en la región rusa de Kursk ha propiciado esa situación de ventaja para Ucrania.

Las tropas ucranianas mantienen bajo su control unos 1.300 kilómetros cuadrados de Kursk, mientras que el Ejército ruso avanza hacia Pokrovsk, en Donetsk, para contrarrestar la ofensiva ucraniana en su territorio. Pero, más allá del plano militar, Zelenski se encuentra cómodo forjando relaciones con los diferentes mandatarios mundiales. El último en viajar hasta Kiev ha sido el primer ministro de la India, Narendra Modi, con quien Zelenski ha firmado varios acuerdos de cooperación en materia agrícola, médica, científica, humanitaria e, incluso, en defensa. A Putin, sin embargo, parece bastarle con contar con el apoyo de Corea del Norte, Irán y China. A este selecto club, esperaba sumar a Donald Trump, que ha manifestado, en múltiples ocasiones, su intención de cerrar el grifo de armas a Kiev.

Infografía del frente de la guerra en Ucrania

Infografía del frente de la guerra en UcraniaKindelán

Pero, tras la renuncia de Joe Biden el pasado mes de julio, pintan bastos para Putin, que esperaba con impaciencia la gran cita electoral de Estados Unidos, el próximo 5 de noviembre. El nombramiento de Kamala Harris como candidata demócrata a la Casa Blanca ha provocado un giro en las encuestas, que la dan como favorita frente a Trump. La actual vicepresidenta, a diferencia del magnate, ha defendido fervientemente el apoyo de su país a Ucrania, así como a «los aliados de la OTAN». Así las cosas, Zelenski se ha visto fuerte y ha decidido que ha llegado el momento para pisar el acelerador y acabar con la guerra, pero bajo sus condiciones.

Sobre el plan que presentará a Biden en septiembre, y que también mostrará tanto a Kamala como a Trump, no ha dado muchos detalles. El mandatario ucraniano habló sobre una nueva cumbre internacional, similar a la que tuvo lugar en Suiza el pasado mes de junio, pero esta vez con la presencia de representantes rusos. Rusia ya descartó, el pasado 6 de agosto, cualquier tipo de conversaciones para poner fin al conflicto tras la incursión ucraniana en Kursk. Sin embargo, esta ofensiva ya ha conseguido arrancar un acuerdo entre ambos bandos para realizar el intercambio de hasta 230 prisioneros.

El mandatario ucraniano sabe que los vientos soplan a su favor. «¿Está la operación de Kursk relacionada con la segunda cumbre de paz? Sí, porque la operación de Kursk es uno de los puntos del plan de Ucrania para la victoria», dijo un envalentonado Zelenski. Pero en un mundo tan cambiante, nada se puede dar por seguro. En tres días llegará septiembre, la fecha para que Ucrania presente su plan a su mayor aliado, pero en Estados Unidos ahora todos los ojos están puestos en las elecciones presidenciales y en la dura batalla que libran Harris y Trump por la Casa Blanca. Dos perfiles completamente antagónicos, también en su posición con respecto a Kiev.

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