Prisioneros de guerra rusos forman fila para bajar a los búnkeres de la prisión

Prisioneros de guerra rusos forman fila para bajar a los búnkeres de la prisiónEFE

La monótona espera de los prisioneros de guerra rusos que quieren volver a casa

Bajo la custodia de Ucrania, los prisioneros rusos se levantan cada día para trabajar y pasar el día en el centro donde esperan un canje

Solo las alarmas antiaéreas empujan fuera de la monotonía a los prisioneros de guerra rusos que permanecen cautivos en un centro ucraniano en la ciudad de Leópolis. Si las alarmas pitan, los rusos deben formar filas para refugiarse en los búnkeres de la cárcel.

Si no, la rutina les invade. Levantarse, asearse, comer, trabajar y quizá, pasar algo de tiempo libre en el parque y la pista de fútbol de la que dispone el centro. Uno de los presos confiera a un periodista de la Agencia EFE que se encuentra en el «lugar más seguro de Ucrania».

Delgados en su mayoría, aunque los prisioneros parecen todavía tener fuerzas para poder trabajar. Los turnos cambian, mientras unos van a almorzar a la cantina, otros van a sus lugares de trabajo.

Allí fabrican árboles de Navidad artificiales, sillas o palés. Casi todos son trabajos remunerados, excepto algunos oficiales y los que tienen problemas de salud.

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