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Michel Barnier, en la Asamblea Nacional

Michel Barnier, en la Asamblea NacionalEFE

48 horas de agonía en Francia: las opciones que le quedan a Barnier para intentar salvar su Gobierno

La moción de censura le desestabiliza más que nunca, pero si cede en el sistema de pensiones, donde hasta ahora se ha mantenido firme, podría prorrogar su estancia en el poder

Menos de 100 días después de ser nombrado, el Gobierno de Michel Barnier se encuentra al borde del abismo. Sería el más breve en la historia de la V República. Su decisión de sacar adelante mediante «decretazo» el Presupuesto de la Seguridad Social, haciendo uso del artículo 49.3 de la Constitución, ha unido a las fuerzas de la izquierda de Jean-Luc Mélenchon junto a Marine Le Pen para presentar una moción de censura que amenaza con tumbarle. Se enfrenta ahora a una carrera contrarreloj con el objetivo de lograr aliados que le respalden y le mantengan en el poder, aunque para ello deberá ceder donde hasta ahora ha colocado una línea roja.

La moción de censura no podrá votarse hasta al menos 48 horas después de ser depositada en sede parlamentaria, lo que ofrece a Barnier un breve margen para intentar forjar acuerdos con diputados clave y evitar su destitución. Sin embargo, la tarea parece monumental. La Agrupación Nacional (RN) y el Nuevo Frente Popular (NFP) han cerrado filas en su oposición, mientras que los 66 diputados socialistas, que podrían inclinar la balanza, se muestran divididos entre respaldar al gobierno o mantener su lealtad a la izquierda.

Barnier, consciente de su debilidad, ha mantenido negociaciones frenéticas. Ha ofrecido concesiones a Le Pen, como la congelación de un aumento impositivo sobre la electricidad, la revisión de la ayuda médica estatal a inmigrantes en situación irregular y el compromiso de presentar una reforma electoral que introducirá el sistema de representación proporcional en las elecciones legislativas.

Sin embargo, Barnier no cedió en un cuarto anhelo de la formación de Le Pen que a la postre ha resultado ser definitivo. La Agrupación Nacional quería retrasar medio año la subida de las pensiones para contrarrestar la inflación, algo a lo que el Primer Ministro no ha cedido y que ahora le sitúa al borde del abismo. O cede, contra su voluntad y la de su partido, o su Gobierno caerá.

La carta de Barnier

Emmanuel Macron tardó año y medio en reformar el sistema nacional de pensiones, elevando la edad de jubilación a los 62 / 64 años. Con un déficit de 18.000 millones de euros año y medio más tarde de esa medida, el Gobierno de Barnier ha elaborado un Proyecto de Ley de Finanzas de la Seguridad Social para 2025, que tiene como medidas buscar recortes relativos en el gasto, aunque sin modificar sustancialmente ni la edad de jubilación ni el salario mínimo.

Esta Ley se encuentra con el rechazo de la Agrupación Nacional de Le Pen y el Nuevo Frente Popular, que agrupa a todas las izquierdas. Ellos buscan adelantar la edad de jubilación a los 60 años y subir el salario mínimo, de los 1.400 a 1.600 euros. Dos reformas que se encuentran en las antípodas de la línea de pensamiento de Barnier y sus socios, pero donde deberán ceder si quieren mantenerse en el poder a toda costa.

Marine Le Pen llegando a la Asamblea de Francia

Marine Le Pen llegando a la Asamblea de FranciaEFE

Desde su nombramiento en septiembre, Barnier ha liderado una coalición centrista-conservadora sin mayoría absoluta, con solo 211 de los 577 escaños en la Asamblea Nacional. La oposición, dividida en tres grandes bloques irreconciliables, ha explotado esta debilidad para presentar un frente común contra el presupuesto.

Marine Le Pen ha acusado a Barnier de «dar la espalda a los 11 millones de votantes» de su partido, mientras que Mélenchon le reprocha someter a Francia a «políticas dictadas por Bruselas». Ambos bloques comparten la demanda de revertir la reforma de pensiones de Emmanuel Macron y rechazar cualquier recorte en la Seguridad Social, aunque por motivos ideológicos opuestos.

Si la moción de censura prospera, Barnier se convertiría en el segundo Primer Ministro francés en ser derrocado por esta vía desde Georges Pompidou en 1962. En ese caso, el presidente Emmanuel Macron debería nombrar un nuevo gobierno en un contexto de extrema fragmentación parlamentaria y creciente presión financiera.

Sin embargo, Macron no podrá disolver la Asamblea Nacional hasta junio, según la Constitución, lo que limitará su capacidad de maniobra en los próximos meses. Mientras tanto, el artículo 47 de la Constitución permitiría al Ejecutivo gestionar provisionalmente las finanzas públicas, pero no resolvería el bloqueo político.

Con el tiempo en contra y su margen de acción reducido, Barnier debe decidir si realizar nuevas concesiones que contradigan las líneas rojas de su gobierno o enfrentarse a la posibilidad de ser recordado como el primer ministro más breve de la historia reciente de Francia.

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