El Supremo israelí ve «cuestionable», pero no ilegal, el despido del ministro de Defensa
El comunicado del tribunal responde al recurso presentado por dos grupos prodemocracia israelíes, el Movimiento para un Gobierno de Calidad y Escudo Protector, en el que demandaban ilegalizar el despido por deberse a «estrechas consideraciones políticas»
El Tribunal Supremo de Israel determinó este jueves que el despido del ministro de Defensa, Yoav Gallant, hace dos días a causa de sus discrepancias con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, mientras la guerra sigue en marcha, es una decisión «cuestionable», pero no hay razón legal para revertirla.
El comunicado del tribunal responde al recurso presentado por dos grupos prodemocracia israelíes, el Movimiento para un Gobierno de Calidad y Escudo Protector, en el que demandaban ilegalizar el despido por deberse a «estrechas consideraciones políticas».
Esta mañana la fiscal general del Estado, Gali Baharav-Miara, pidió al Supremo que desestimara el recurso, defendiendo que la decisión de Netanyahu «cumple la ley» y, por tanto, el tribunal no debía intervenir.
En una carta, Baharav-Miara dijo que Netanyahu tiene autoridad para cesar a sus ministros, «incluso por consideraciones políticas, si el primer ministro cree que sus políticas no pueden ser impulsadas por aquellos a quienes nombró y que la medida garantizaría el funcionamiento adecuado del Gobierno».
La fiscal es conocida por ser abiertamente crítica con muchas políticas del primer ministro, especialmente su reforma judicial.
Netanyahu anunció la noche del martes la destitución de Gallant como titular de Defensa por «profundos desacuerdos» en el curso de las guerras en Gaza y Líbano, y las negociaciones para el regreso de los secuestrados.
Al cese de Gallant le siguieron protestas multitudinarias en varias ciudades de Israel y la oposición también criticó el movimiento, que calificó de «demente».
Netanyahu ya despidió a finales de marzo de 2023 a Gallant como ministro de Defensa, un día después de que pidiera que se suspendiera su reforma judicial ante las divisiones sociales que estaba generando, para luego volver a readmitirle debido a la presión popular.