Maduro desafía a EE. UU. condecorando a los 21 altos cargos chavistas sancionados por represión y fraude electoral
El dictador venezolano califica las sanciones como «agresiones ilegítimas» y anuncia un reconocimiento especial para los altos funcionarios acusados por EE. UU. de represión y fraude electoral
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El gobierno de Venezuela respondió enérgicamente este miércoles a las sanciones impuestas por Estados Unidos contra 21 altos cargos chavistas, a quienes Washington acusa de represión y de intentar manipular las elecciones presidenciales de julio. En un comunicado oficial, Caracas calificó las medidas como «coercitivas e ilegítimas» y aseguró que el país «jamás será doblegado» por presiones extranjeras.
Nicolás Maduro, en un acto transmitido por el canal estatal VTV, anunció la creación de una nueva distinción, la «Condecoración Victoria de Ayacucho», para otorgarla a los sancionados, a quienes describió como «eminentes hombres» y «excelentes profesionales». «He ordenado crear esta alta condecoración para rendir homenaje a estos patriotas que han sido agredidos injustamente», declaró el mandatario.
Entre los sancionados figuran destacados miembros del gobierno, como el ministro de Despacho de la Presidencia, Aníbal Coronado; el de Comunicación, Freddy Ñáñez; y el de Servicios Penitenciarios, Julio García Zerpa. Además, están incluidos altos mandos de las fuerzas de seguridad, como el director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), Alexis Rodríguez Cabello, y el jefe de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), Javier Marcana Tabata.
Las medidas del Departamento del Tesoro de Estados Unidos bloquean los activos de los sancionados en territorio estadounidense y prohíben transacciones financieras con ellos. Según Washington, estos funcionarios desempeñaron un papel clave en la represión de protestas tras las elecciones y en lo que consideran un intento de «robar» los comicios.
Por su parte, el canciller venezolano, Yván Gil, reiteró el rechazo del gobierno a las sanciones y acusó a Estados Unidos de intentar «sostener artificialmente a un grupo opositor desgastado y sin legitimidad». El comunicado oficial también destacó que las elecciones de julio representaron una «gran victoria popular», aunque el Consejo Nacional Electoral aún no ha publicado los resultados completos, lo que ha generado críticas incluso de países aliados como Brasil y Colombia.
Mientras tanto, la oposición, encabezada por Edmundo González Urrutia, exiliado en España, continúa denunciando fraude electoral y ha sido reconocida por la administración de Joe Biden como la legítima vencedora de los comicios. Este reconocimiento ha intensificado las tensiones entre ambos países, especialmente en un contexto de transición en Washington, donde el republicano Donald Trump asumirá la presidencia en enero de 2025.
A lo largo de los últimos años, el Tesoro de Estados Unidos ha sancionado a más de 150 funcionarios y entidades venezolanas, acusándolos de «acciones antidemocráticas». La lista más reciente incluye también a Daniella Cabello, hija del ministro de Interior, Diosdado Cabello, y presidenta de Marca País, lo que subraya la extensión de las medidas a círculos cercanos al poder chavista.
La respuesta de Maduro, lejos de suavizar el panorama, evidencia un desafío directo a las sanciones internacionales, en un momento crítico para las relaciones entre Caracas y Washington.