Israel bombardea un lanzacohetes de Hezbolá en el Líbano y ambas partes se siguen acusando de violar la tregua
El Ejército de Israel informó este viernes de un ataque con drones contra un lanzacohetes portátil de Hezbolá en el sur del Líbano, pese a la tregua bilateral en vigor desde el miércoles. Según el comunicado militar, la operación apuntó a un camión en movimiento equipado con un lanzador de mediano alcance, considerado una amenaza para la seguridad israelí. «Las Fuerzas de Defensa de Israel están desplegadas en el sur del Líbano y operan para eliminar las amenazas que constituyen violaciones del acuerdo de alto el fuego», afirmó el Ejército, que difundió un video del bombardeo.
La tregua, mediada por Estados Unidos y Francia, establece un cese de las hostilidades durante dos meses, tiempo en el que Hezbolá debe replegarse al norte del río Litani y las tropas israelíes deben abandonar las zonas ocupadas en el sur del Líbano. En su lugar, se espera el despliegue de las fuerzas armadas libanesas y de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FINUL).
Sin embargo, las tensiones se mantienen altas, y ambas partes han intercambiado acusaciones de incumplimiento de los términos del acuerdo. Tras una visita a las tropas apostadas en el sur del Líbano, el comandante del Comando Norte del Ejército israelí, Ori Gordin, declaró que Israel seguirá actuando «agresivamente» para evitar que Hezbolá se rearme o recupere su capacidad operativa en la zona. «No tenemos intención de permitir que Hezbolá regrese a estas áreas. Planeamos limpiar toda esta región de sus capacidades y armas. Esa es nuestra misión», afirmó.
Gordin también advirtió que un retorno al conflicto abierto no está descartado. «Si Hezbolá comete un error, será un fallo terrible. Estamos preparados para volver al combate», subrayó. Estas declaraciones reflejan el escepticismo de Israel sobre el cumplimiento del alto el fuego por parte del grupo libanés, respaldado por Irán.
Por su parte, fuentes cercanas a Hezbolá han calificado las acciones de Israel como una violación directa de la tregua. Aunque el grupo aún no se ha pronunciado oficialmente sobre el ataque, la prensa vinculada a la organización asegura que las condiciones del acuerdo están siendo socavadas por la presencia militar israelí en territorio libanés.
El ataque de este viernes es el último episodio de un proceso marcado por la desconfianza mutua. Desde el inicio del alto el fuego, Israel ha señalado que se reserva el derecho de realizar operaciones defensivas para proteger su territorio, mientras que Hezbolá mantiene posiciones en el sur del Líbano pese al compromiso de retirarse al norte del Litani.
En paralelo, observadores internacionales han expresado preocupación por la posibilidad de que estas tensiones lleven a un colapso del acuerdo, lo que podría reavivar un conflicto de graves consecuencias para la región. La FINUL, encargada de supervisar el alto el fuego, no se ha pronunciado sobre los incidentes recientes, aunque sigue desplegada en la zona con el objetivo de evitar enfrentamientos directos.
Mientras tanto, la población civil en el sur del Líbano continúa enfrentando las secuelas del conflicto. Muchos residentes desplazados por los combates aún no han podido regresar a sus hogares debido a la presencia militar y la inseguridad en la región. La situación humanitaria sigue siendo crítica, con escasez de recursos básicos y limitado acceso a servicios esenciales.
El futuro de la tregua dependerá de la capacidad de las partes para cumplir con los términos acordados y de la presión internacional para evitar nuevas violaciones. Sin embargo, con las tensiones en aumento y los recientes ataques, el riesgo de una nueva escalada sigue siendo elevado.