Un nuevo ataque de Israel en Gaza deja al menos ocho muertos y cinco heridos
Israel mantiene operaciones militares con el objetivo de liberar rehenes, mientras el número de víctimas en la Franja de Gaza sigue en aumento
Al menos ocho personas perdieron la vida y cinco más resultaron heridas en los recientes ataques aéreos israelíes sobre la Franja de Gaza, según informaron este viernes fuentes palestinas y medios locales. Las ofensivas se enmarcan en una campaña militar que Israel ha anunciado continuará hasta lograr la liberación de los 101 rehenes capturados por el grupo islamista Hamás en octubre pasado.
Uno de los bombardeos más recientes, dirigido contra una vivienda en la ciudad de Gaza, provocó la muerte de tres personas y dejó a otras cinco heridas, según informó la Defensa Civil gazatí. Por otro lado, la agencia palestina Wafa reportó el fallecimiento de una persona y varios heridos en otro ataque aéreo en la misma localidad.
En el sur de la Franja, un ataque contra una tienda de desplazados cercana a la mezquita Abu Matar, en Jan Yunis, causó la muerte de cuatro palestinos, de acuerdo con la misma agencia. Este patrón de violencia no ha cesado: el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, indicó que en las últimas jornadas se han registrado más de 48 muertes diarias, elevando el total de fallecidos a 44.330 y superando los 104.900 heridos desde el inicio del conflicto.
Las operaciones israelíes se intensificaron el pasado 5 de octubre con bombardeos en el norte de Gaza, seguidos por una incursión terrestre al día siguiente. Desde entonces, las ofensivas se han concentrado en zonas estratégicas como el histórico campamento de refugiados de Nuseirat, un lugar que se ha convertido en símbolo del sufrimiento de los civiles atrapados en el conflicto.
En un comunicado reciente desde Praga, el ministro de Exteriores de Israel, Gideon Saar, reiteró que las acciones militares continuarán hasta que se asegure la liberación de los rehenes capturados por Hamás durante el ataque del 7 de octubre de 2023. Saar defendió la legitimidad de las operaciones militares como parte de la lucha contra lo que calificó como «terrorismo que amenaza la seguridad regional y global».
La escalada bélica ha generado un impacto devastador sobre la población civil en Gaza, donde miles de personas desplazadas buscan refugio en condiciones precarias. Organizaciones internacionales y actores políticos han llamado repetidamente a un alto el fuego y a la apertura de corredores humanitarios para permitir el acceso de ayuda a las áreas más afectadas. Sin embargo, los esfuerzos diplomáticos hasta ahora han tenido poco éxito, y el conflicto sigue cobrándose vidas diariamente.
La comunidad internacional observa con preocupación la posibilidad de una mayor desestabilización en la región, mientras la crisis humanitaria se agrava y el conflicto parece estar lejos de encontrar una resolución.