
Un soldado israelí en el cruce de Quneitra en los Altos del Golán, en la zona de amortiguación
Trump da luz verde a Israel para aumentar su control territorial en Gaza, Líbano y Siria
Israel nunca había mostrado tanta sintonía con Estados Unidos. Donald Trump se ha plegado a todos los deseos del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Desde su sueño de desplazar forzosamente a todos los palestinos de la franja de Gaza —2,3 millones de personas—, pasando por convertir el enclave mediterráneo en una especie de resort vacacional a permitir y animar los asentamientos de colonos judíos en Cisjordania. La única concesión que el mandatario israelí hizo al republicano fue aceptar el alto el fuego en Gaza que, a su vez, permitía la liberación de los rehenes en manos de Hamás desde el 7 de octubre 2023.
Las aspiraciones de Netanyahu no se limitan únicamente a los territorios palestinos. Desde que Trump ganara las elecciones el pasado mes de noviembre, el Ejército israelí ha expandido también su presencia en el Líbano y en Siria. Tras la caída del régimen de Bashar al Asad en diciembre, las tropas hebreas aprovecharon el caos provocado por el vacío de poder y tomaron la zona siria de los Altos del Golán. En un primer momento, Israel insistió en que se trataba de una medida «temporal».
Sin embargo, ahora el discurso ha cambiado por completo y el ministro de Defensa hebreo, Israel Katz, anunció que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) permanecerá de forma indefinida en la zona de amortiguación en la frontera con Siria, esto incluye la estratégica ubicación del monte Hermón.
Desde este terreno elevado, las FDI pueden controlar tanto el paso fronterizo entre Siria y el Líbano, así como el acceso a la capital, Damasco, a tan solo unos 50 kilómetros. Algo similar ha ocurrido en el sur del Líbano, donde las tropas hebreas, a pesar de lo estipulado en el acuerdo de alto el fuego que en noviembre puso fin a los combates con Hezbolá, se mantendrán «indefinidamente» en la zona de amortiguación.Katz aseguró este jueves que la decisión se tomó tras recibir la «luz verde de Estados Unidos», país garante de supervisar el acuerdo de alto el fuego entre Israel y la milicia proiraní libanesa, junto con Francia. Esta decisión no coge a nadie por sorpresa. El pasado 18 de febrero, y tras haber ampliado ya anteriormente el plazo estipulado para la retirada de todas las tropas israelíes del sur del Líbano, el ministro de Defensa hebreo anunció que sus fuerzas permanecerían en cinco puntos estratégicos próximos a la frontera.
Beirut, por su parte, aseguró que está cumpliendo «plenamente sus funciones» para restablecer la seguridad y, además, tiene previsto aumentar sus efectivos. Hezbolá, debilitado tras más de un año de enfrentamiento directo e indirecto con Israel, condenó enérgicamente la «violación» del alto el fuego, pero, por el momento, mantiene un perfil bajo.
La situación se complica aún más cuando se trata de Gaza. La primera fase de la tregua llega a su fin este sábado y las conversaciones que debían marcar el camino de la transición a la segunda se han pospuesto durante semanas. Israel envió, finalmente, a su equipo negociador a la capital de Egipto, El Cairo, en la noche del jueves. El Gobierno de Netanyahu busca poder estirar al menos otras seis semanas la primera etapa para liberar al mayor número de rehenes posibles —Hamás aún retiene a 59—, sin embargo, la organización islamista insiste en pasar a la siguiente etapa.
Según lo estipulado en el acuerdo del pasado mes de enero, pasados los primeros 42 días y tras el intercambio de 33 rehenes (ocho de ellos muertos) a cambio de la excarcelación de miles de presos palestinos, Israel debería empezar a retirar la totalidad de sus tropas del enclave, incluido el corredor de Filadelfia, una línea roja para gran parte de su Ejecutivo. Por ello, nuevamente Katz insistió este jueves en que sus efectivos no se retirarán de esta franja fronteriza con Egipto, por donde creen que Hamás se aprovecha del contrabando para rearmarse.
El alto el fuego en la Franja atraviesa su enésima crisis y el Ejecutivo de Netanyahu ya ha adelantado que está «listo» para reanudar la guerra. «Queremos recuperarlos a todos (los rehenes cautivos en Gaza) y la forma más significativa de continuar es que Hamás sepa que las Fuerzas de Defensa de Israel están preparadas para volver a la guerra, y esa es la verdad», advirtió el ministro de Defensa israelí a tan solo dos días de del final de primera fase de la tregua.