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Aquilino Cayuela
Aquilino Cayuela

¿Podrá Alemania, con Merz como canciller, asumir el liderazgo en Europa y Ucrania?

El futuro canciller germano no deja de ser un político corriente en unas circunstancias de excepción

Actualizada 04:30

Friedrich Merz

Friedrich MerzAFP

Una de las grandes preguntas de la política actual es si Friedrich Merz, futuro canciller de Alemania, tiene las condiciones para convertirse en el nuevo líder europeo. Merz ya se ha paseado por Bruselas y ha recibido un trato de canciller alemán sin todavía serlo. Los propios alemanes, sus votantes especialmente, esperan que pronto desbanque al triste Macron, cuya alzas no le alcanzan para estar a la altura de las circunstancias. Pero, ¿Merz lo estará?

En el ámbito geopolítico la disrupción que la Administración Trump ha causado respecto a las condiciones que pone a Europa, y a la vista de que el presidente norteamericano manifestó su felicidad ante la victoria de Merz, se generaron buenas expectativas de que el líder democristiano alemán pueda llegar a ser efectivamente ese gran líder europeo que hace falta en este momento. Los alemanes, especialmente los votantes del CDU, desean que Merz logre liderar a Europa.

En política internacional nunca se tiene la bola de cristal. Merz es un hombre ambicioso y capaz, pero no deja de ser un político corriente para unas circunstancias de excepción.

Lo importante es analizar este momento y constatar su capacidad para liderar un Gobierno en Alemania. Por el momento parece que le «están creciendo los enanos».

Nada más ganar la elecciones y viendo viable formar gobierno con los socialistas (los grandes perdedores) se pronosticaba una pronta y fácil negociación para formar gobierno de coalición antes de Pascua, incluso se hablaba de que bastaban tres folios DIN A 4 para alcanzar este acuerdo.

Friedrich Merz, líder de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania, y al fondo el canciller Olaf Scholz

Friedrich Merz, líder de la Unión Democristiana de Alemania, y al fondo Olaf ScholzEFE

Pero las cosas no están resultando tan fáciles.

En cuanto a la guerra de Ucrania, las diferencias entre los dos posibles futuros partidos de coalición se han reducido, motivado por la disrupción que Donald Trump, con la suspensión temporal de la ayuda estadounidense a Ucrania, ha causado. Alemania considera que debe continuar con su apoyo a aquel país.

Los políticos del CDU, con Von der Leyen a la cabeza de la Unión Europea, aprietan. En este sentido, Friedrich Merz se muestra partidario de entregar a Ucrania misiles de crucero alemanes Taurus (de más largo alcance), algo que el canciller socialista Olaf Scholz ha rechazado hasta este momento.

El tema migratorio es uno de los mayores puntos de fricción entre Merz y los socialistas

De otra parte, el CDU/CSU y el SPD han manifestado estar consternados por la forma en que Donald Trump ha tratado a Ucrania y por poner en peligro la protección de la OTAN. Lo mismo con el temor a que la Administración Trump imponga aranceles a la importación de productos europeos. Sin embargo, Merz quiere dialogar cuanto antes con la Administración Trump, mientras que Olaf Scholz y el líder socialista Lars Klingbeil no quieren abrir esa puerta.

El tema migratorio es la mayor preocupación de los alemanes, sin embargo, es uno de los mayores puntos de fricción entre Merz y los socialistas. La CDU/CSU reclama un endurecimiento significativo de la política migratoria, incluida la devolución de los refugiados en las fronteras nacionales sin excepción, incluidos los solicitantes de asilo. Los socialistas defienden que esto no es compatible ni con la Constitución alemana ni con la legislación de la Unión Europea.

Merz también había prometido suspender la reagrupación familiar de las personas a las que no se ha concedido asilo, pero que pueden quedarse de momento por otros motivos. Los socialdemócratas quieren seguir permitiéndola.

En general, los socialdemócratas se centran más en iniciativas gubernamentales e inversiones para estimular la economía, mientras que la CDU/CSU se centra más en la iniciativa personal y, por ello, apoya la reducción de impuestos.

En cuanto al impuesto sobre la renta, la CDU/CSU pretende aumentar significativamente el umbral de ingresos para el tipo impositivo máximo. El SPD, por su parte, quiere reducir los impuestos supuestamente al 95 por ciento de los contribuyentes y que las rentas más altas paguen impuestos más altos.

La llamada renta ciudadana, la ayuda para los solicitantes de empleo, fue un importante proyecto del Gobierno dirigido por los socialistas. Merz quiere anular por completo las prestaciones a quienes se nieguen totalmente a cooperar con las autoridades para encontrar trabajo. Los socialistas desean mantener la renta ciudadana como está, aunque centrándose más en los incentivos adecuados para trabajar.

Por último, la inversión que Alemania espera en defensa si logra una coalición exitosa con los socialdemócratas (SPD) y encontrar el dinero para invertir en Ucrania y en la defensa y seguridad alemana cobra una enorme magnitud. Los retos de Europa son los de Alemania en primera línea y es un Estado clave para afrontarlos. Sin embargo, esto puede resultar muy difícil, sobre todo si quiere relajar el freno de la deuda o crear un segundo fondo especial para defensa. Podría incluso necesitar los votos de la nueva derecha de AfD o del ala más izquierdista, porque ambos partidos combinados tienen suficientes escaños para bloquear las políticas de Merz y su coalición con los socialistas.

Debemos esperar a que forme gobierno y calibrar entonces, sobre sus condiciones de liderazgo interno para apreciar su capacidad en la política exterior.

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