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Manifestantes participan en una de las mayores protestas anticorrupción desde el inicio del movimiento anticorrupción, frente al edificio de la Asamblea Nacional en Belgrado

Manifestantes participan en una de las mayores protestas anticorrupción, en BelgradoAFP

Belgrado vive la mayor manifestación contra la corrupción del Gobierno de Serbia en años

Serbia lleva meses sacudida por manifestaciones anticorrupción, lideradas por estudiantes, tras el derrumbe de una marquesina de la estación de tren de Novi Sad, en el norte del país, el 1 de noviembre, que dejó 15 muertos

Miles de manifestantes, convocados por el movimiento estudiantil de Serbia y apoyado por otros grupos opositores y civiles, se concentraron este sábado por la tarde en la capital serbia, Belgrado, tras meses de protestas contra el Gobierno para exigir responsabilidades por la muerte de 15 personas en una estación de trenes.

Serbia lleva meses sacudida por manifestaciones anticorrupción, lideradas por estudiantes, tras el derrumbe de una marquesina de la estación de tren de Novi Sad, en el norte del país, el 1 de noviembre.

El derrumbe tuvo lugar meses después de que la estación hubiera sido renovada y reavivó una ira latente desde hacía tiempo entre parte de la población serbia. Desde entonces, los manifestantes han protestado con regularidad contra la corrupción y la supuesta falta de control en los proyectos de obras del Gobierno.

Este sábado por la tarde se fueron concentrando en el centro de Belgrado miles de personas ondeando banderas o haciendo sonar silbatos, muchos luciendo el pin con el dibujo de una mano manchada de sangre, símbolo de las manifestaciones, organizadas bajo el lema «La corrupción mata».

Por su parte, el ministro del Interior, Ivic Dacic, informó de que la pasada noche fueron detenidas 13 personas que trataban de provocar incidentes contra los denominados «estudiantes que quieren estudiar». Asimismo, aseguró que ha sido detenido el chófer de un coche que atropelló hoy a propósito a tres manifestantes en las afueras de Belgrado.

También la Policía detuvo ayer a un grupo de seis jóvenes de Novi Sad que supuestamente preparaban organizar lo que calificó como «golpe de Estado» durante la protesta. Además, las autoridades serbias aseguraron haber confiscado en coches cercanos al centro de Belgrado decenas de cócteles Molotov, ballestas y otros artefactos para causar desórdenes.

Ante la tensión latente, en un comunicado difundido en redes sociales, los estudiantes llamaron a manifestarse «en calma y de forma responsable». «El objetivo de este movimiento no es intrusión en las instituciones ni atacar a los que no piensan como nosotros», señaló.

El presidente serbio, Aleksandar Vucic, que según los analistas está bajo la mayor presión social y política desde 2012, destacó que el Estado tomará todas las medidas necesarias para garantizar la paz, y que aquellos que perturben el orden serán arrestados y severamente castigados.

En los últimos días, Vucic calificó una y otra vez las protestas como una «revolución de colores» organizada «desde afuera» y dijo que su salida del poder solo sería posible «si lo matan».

El partido gobernante SNS levantó esta semana en un céntrico parque de Belgrado una acampada para supuestos estudiantes que no participan en las protestas y que piden seguir con sus estudios.

El parque fue vallado por las autoridades, vigilado por la policía, mientras que decenas de tractores fueron colocados en el lugar para proteger a la acampada.

Mientras en días anteriores se pudieron ver veteranos de guerra que llegaban al parque para apoyar a esos estudiantes, hoy desfilaron delante del Parlamento varias decenas de veteranos de la «63 brigada de paracaidistas» que quieren «proteger» a los estudiantes que protestan.

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