Fundado en 1910
Los primeros ministros de Hungría Viktor Orbán y de Israel Benjamín Netanyahu

Los primeros ministros de Hungría Viktor Orbán y de Israel Benjamín NetanyahuAriel Schalit / AFP

Hungría anuncia que abandonará la Corte Penal Internacional en plena visita de Netanyahu

El pasado mes de noviembre, la CPI emitió una orden de arresto internacional contra el primer ministro israelí por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad durante la guerra en Gaza

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ya se encuentra en Hungría, para reunirse con su homólogo húngaro y gran aliado, Viktor Orbán. Pero lo llamativo de la visita es que sobre Netanyahu pesa una orden de arresto internacional, emitida el pasado mes de noviembre por la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, y entre los países firmantes del Estatuto de Roma se encuentra Budapest. El Ejecutivo magiar, coincidiendo con la vista del mandatario israelí, anunció que su país abandonará la CPI.

El portavoz del Gobierno húngaro, Gergely Gulyas, explicó ante los medios que el proceso de retirada comenzará este mismo jueves. Anteriormente, Orbán ya había adelantado que no aplicaría la sentencia de este Tribunal y tanto solo un día después de conocerse el fallo, invitó al mandatario israelí. Sin embargo, la salida de Budapest no exime a Hungría de las obligaciones contraídas durante el tiempo en que formó parte de la CPI.

Netanyahu inició la polémica visita este miércoles, el mismo día en que su ministro de Defensa, Israel Katz, anunció la ampliación de la ofensiva israelí en Gaza y amenazó con apoderarse de grandes áreas del enclave para convertirlas en zonas de «seguridad». El líder magiar, y a pesar de que su país es miembro fundador de la CPI, calificó entonces la sentencia contra Netanyahu de «descarada» y «cínica». Orbán ha ignorado sus atribuciones aseverando que las órdenes del Tribunal de La Haya no están reconocidas en el código penal húngaro y, por lo tanto, no está obligado a cumplirlas.

Por su parte, el primer ministro hebreo aprovecha este viaje para poner tierra de por medio ante los múltiples escándalos que enfrenta en Israel. Lejos de la polémica que ha generado la destitución del jefe del Shin Bet, Ronen Bar, por investigar un caso de corrupción que salpica directamente a Netanyahu y la aprobación de la reforma judicial que resta capacidad de actuación a los jueces, el mandatario israelí ha sido recibido con toda la pompa en Budapest. Orbán mandó construir un escenario en el Castillo de Buda, la residencia histórica de los monarcas húngaros, donde dio la bienvenida a Netanyahu en una ceremonia militar con todos los honores este jueves.

El portavoz de la CPI, Fadi El Abdallah, se mostró muy crítico con la actitud de Orbán y subrayó, según recoge Associated Press, que no corresponde a las partes «determinar unilateralmente la solidez de las decisiones legales de la Corte». En este sentido explicó que «los Estados participantes tienen la obligación de hacer cumplir las decisiones de la Corte y que cualquier disputa relativa a las funciones judiciales de la Corte se resolverá mediante la decisión de la misma».

Se trata de la segunda visita del primer ministro israelí al extranjero desde que la CPI emitió la orden de arresto contra él por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad durante la guerra en Gaza. El primer viaje de Netanyahu fue a Estados Unidos para reunirse con el presidente, Donald Trump, tras su regreso a la Casa Blanca. Washington, a diferencia de Budapest, no forma parte de la CPI, por lo tanto, no estaba obligado a aplicar sus dictámenes. Del encuentro entre Trump y Netanyahu surgió el peregrino plan de convertir Gaza en la «Riviera de Oriente Medio» y expulsar del enclave a los 2,3 millones de gazatíes que malviven en la Franja.

Hungría no ha sido el único país europeo que ha cursado una invitación formal a Netanyahu, a pesar de la sentencia del Tribunal de La Haya. El pasado mes de enero, Polonia invitó al primer ministro hebreo al país para asistir a la celebración del 80º aniversario de la liberación del campo de Auschwitz. Netanyahu, finalmente, optó por declinar la invitación. Alemania, por su parte, también se ha mostrado reacio a acatar las directrices de la CPI.

Todos estos gestos son un claro síntoma de la debilidad de este organismo, y que ya quedó patente en septiembre de 2024, con la visita del presidente ruso, Vladimir Putin, a Mongolia, contra el que también pesa una orden de arresto internacional. Al igual que hizo Putin, Orbán y Netanyahu desafían a la Corte Penal Internacional y, entre los temas que tiene previsto abordar, destaca el plan de Trump para la Franja, así como el posible traslado de la Embajada de Hungría de Tel Aviv a Jerusalén.

comentarios
tracking