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Andrés Montero
AnálisisAndrés MonteroEl Debate en América

Milei, en medio del conflicto con Sánchez

Milei ha enfrentado a los burócratas internacionales amparados en organismos multilaterales, con una fuerza nunca vista. El «establishment» internacional está nervioso

Actualizada 13:18

El presidente argentino, Javier Milei, junto a los líderes extranjeros que asistieron a su toma de posesión

El presidente argentino, Javier Milei, junto a los líderes extranjeros que asistieron a su toma de posesiónJosé Jiménez / AFP

No solo en España está siendo noticia, el presidente Javier Milei. Los países de Sudamérica se han ido distanciando más o menos de los postulados de Milei. Ciertamente Venezuela, Colombia y Bolivia se enfrentan en el día a día con el presidente argentino, pues sus líderes y dictadores tienen poco en común con Milei.

Brasil que tiene una relación comercial importante con Argentina, está más a la expectativa, lo mismo que Chile con el cual comparten una extensa frontera y Paraguay y Uruguay, que son gobernados por gobiernos de centro derecha. Ecuador y Perú tienen sus propios problemas y sus relaciones comerciales con Argentina son menores.

El enfrentamiento de Pedro Sánchez con Javier Milei tiene distintas lecturas, dependiendo de la óptica desde la cual se quiere analizar la confrontación. Milei ha venido a barrer en Argentina con toda la basura debajo de la alfombra, escondida por décadas por políticos ladrones y dirigentes sindicales corruptos que se han atornillado en el poder, sin trabajar y con un discurso mentiroso.

A los países sudamericanos les interesa que a Argentina le vaya bien. Guste o no guste, Argentina no resistía mas de lo mismo. Se llenaban la boca con la democracia, seguían anclados en la guerra de las Malvinas –en rigor Falklands– y el discurso de las dictaduras militares, era pan de cada día.

Muchos argentinos pensaron que debía llegar un valiente que cambiara estructuras, achicara el tamaño del Estado y proyectara internacionalmente un nuevo país. Podremos discutir las formas, pero hasta hoy –no lo se mañana– Milei está logrando su objetivo.

En Chile, en España, en Italia y en muchos países, no pocos quieren seguir aprovechándose de un Estado benefactor. Trabajar poco y ganar mucho, ha sido el lema de los «progres», con los consiguientes efectos negativos que tiene esa forma de ver a la sociedad.

Milei ha enfrentado a los burócratas internacionales amparados en organismos multilaterales, con una fuerza nunca vista. El «establishment» internacional está nervioso, pues observan que dejar callado a Milei no es tarea fácil.

El presidente Petro de Colombia enfrenta graves problemas y ni hablar de México secuestrado por los narcos. Milei ha prometido regresar a España próximamente y desde el exterior se observa que no pocos españoles, aunque les impacta la forma, ven que Milei tiene mucha razón en el fondo.

Europa invadida crecientemente por inmigración ilegal, islamismo fanático en aumento, discursos feministas, minorías sexuales con influencia política mas allá de su representación, inseguridad creciente y conflictos bélicos imparables.

El león Milei no tiene límites. Ha prometido que su país volverá a ser una potencia, como lo fue hace un siglo. El reciente evento de Vox en Madrid, será recordado para siempre, como aquel que congregó a una gran multitud, a líderes de diversos países, incluyendo a la presidenta del Consejo de ministros de Italia y a la líder francesa Marine Le Pen.

También Viva 24, será recordada por haber gatillado el retiro indefinido de la embajadora de España en Argentina. Lo que viene es noticia en desarrollo. El conflicto personal Sánchez-Milei, se ha transformado en un conflicto entre dos naciones hispanoparlantes. La diferencia es que Milei, a pesar de la crisis económica interna –no generada por él– tiene amplio apoyo popular comparado con Pedro Sánchez que enfrenta un complejo panorama político interno.

En términos estratégicos, es posible observar que Milei está jugando un ajedrez agresivo, cambiando torres por torres y caballos por caballos, pero acorralando al rey de manera peligrosa. El jaque mate aparentemente llegará o el partido en términos futbolísticos, estará lleno de autogoles, más que de jugadas brillantes. El balance para Argentina será positivo, pues partió de un nivel muy bajo, y todo lo que logre es ganancia.

Si Milei logra navegar este mar bravo un tiempo más, le llegarán inversiones y el campo argentino volverá a producir para el mundo. Los argentinos recuperarán su pachorra y capaz que Milei declare que Dios es argentino y él solo ha sido un instrumento divino. Da pena ver, eso sí, tanto tiempo desperdiciado en batallas verbales, mas propias de pueblos incultos que de naciones civilizadas. Ojalá que el Papa argentino diga algo y ayude a los contrincantes a salir del «quilombo».

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