Lagunas importantes
La cara oculta del coche eléctrico, cinco secretos que nadie te cuenta
Venden el coche eléctrico como el automóvil del futuro, pero en algunos aspectos se parece más al automóvil del pasado...
En 2021 se vendieron en España 27.769 coches eléctricos, una cifra que apenas supone el 3 % del mercado nacional total de automóviles. Pese a ello, este dato supone una subida respecto al 2020 de casi un 38 %, lo cual indica que es una tendencia imparable no tanto por la demanda del mercado como por el esfuerzo que están haciendo las administraciones por favorecer este tipo de tecnologías, con zonas de aparcamiento gratuitas, planes de ayuda como el Moves III e importantes desgravaciones fiscales en el Impuesto de Matriculación.
A nivel mundial las ventas de coches eléctricos alcanzaron los 6.6 millones de unidades en 2020, empujadas fundamentalmente por el mercado chino y por el del norte de Europa, con un claro dominador: Tesla, aunque las marcas tradicionales parece que se están poniendo las pilas a marchas forzadas.
Conviene matizar que sin entrar en disquisiciones ecologistas, el coche eléctrico aún plantea importantes lagunas a los usuarios, lagunas que van descubriendo en el uso diario y que seguro que nadie te había contado antes de hacer una inversión de estas características.
Pasarás frío y calor
15 de julio, Andújar, la sartén de Andalucía, camino del Puerto de Santamaría en tu flamante Tesla, probablemente te dé un vuelco el corazón cuando descubras que los 300 kilómetros previstos de autonomía en tu coche se convierten en 240 si pulsas el botón que activa el climatizador. Así, sin más. Mejor que bajes la ventanilla y viajes a la antigua. 1 de enero, Cuenca, menos 3 grados, si activas la calefacción tu autonomía se verá también reducida en torno a un 20 %, por lo que el fabricante te recomienda precalentar el coche mientras está enchufado y posteriormente hacer uso de los asientos calefactados. ¿Estás dispuesto a pasar frío o calor en un coche de 60.000 euros?
Las baterías lo pasan muy mal cuando hace frío
Las baterías de los coches eléctricos tienen un serio problema de sobrecalentamiento y enfriamiento que los fabricantes han solucionado climatizándolas. El problema llega al hacer uso del coche eléctrico con temperaturas exteriores gélidas, pues entonces la autonomía del coche baja de forma alarmante, de hecho la autonomía de un coche eléctrico en una mañana de invierno puede verse reducida hasta un 20 % respecto a la cifra homologada por el fabricante.
Las baterías se rompen… y no son baratas
La batería de un coche eléctrico no deja de ser como la de un móvil, pero ‘a lo bestia’. Actualmente, suelen emplear tecnología de ion litio, y su ciclo de vida es limitado, de hecho su duración se estima en unas 3.000 recargas completas. Es cierto que las marcas ofrecen períodos de garantía en torno a 8 años, pero hay que leer muy bien la letra pequeña, pues esta garantía puede no cubrir su reparación si superamos el número de cargas rápidas recomendadas o si hacemos un uso que el fabricante considera no adecuado. El precio de la batería de un coche eléctrico está entre 5.000 y 10.000 euros de media.
Pesos muy pesados
Un coche convencional tiene un peso por debajo de los 1.500 kilogramos, en el caso de un coche eléctrico el peso se dispara por encima de los 2.000 kilos, de hecho no es de extrañar que ronde los 2.500 kilos. Esto significa que aunque vayamos solos en el coche es como si fuéramos a diario a plena carga, con lo que eso supone tanto para el consumo como para el comportamiento del propio coche, con reacciones más torpes e inercias muy importantes en su comportamiento.
Las recargas no son gratuitas
Es cierto que al principio era habitual encontrarse con postes de recarga gratuitos en centros comerciales o similar. A día de hoy estos han pasado a ser de pago, y el precio es muy sencillo, cuanto mayor es la velocidad de carga mayor es el coste por kilovatio. Es cierto que si lo recargamos en casa el coste es mucho más barato que el combustible convencional, pues en un eléctrico puedes recorrer hasta 100 kilómetros con menos de dos euros por los 10 que te costaría en un gasolina. Las redes de alta velocidad de carga, como Ionity, el coste tiende a igualarse con los combustibles tradicionales.