España se tendrá que poner las pilas (de hidrógeno) si quiere ver este coche por sus carreteras

Europa ha apostado por el coche eléctrico sin mirar más allá de otras alternativas que ofrece el mercado. Se espera que en España se vendan hasta un 70 % de coches eléctricos en 2030 y se han multiplicado las subvenciones para instalar estaciones de recarga.

Todo parece idílico en el futuro eléctrico de la automoción, pero el problema más grave sin solucionarse. Los tiempos de carga son elevados años después de empezar a comercializarse este tipo de vehículos.

Pagar entre 30.000 hasta cientos de miles de euros por un coche eléctrico supone no poder hacer más de 500 kilómetros con seguridad. La recarga dependerá de una estación que previamente ha tenido que ser reservada, de que funcione, de que sea realmente rápida y el coche acepte esa velocidad de carga de 40 minutos… demasiado riesgo.

Alternativa de hidrógeno

El coche de hidrógeno es la gran alternativa. Recargar una pila de hidrógeno en el mismo tiempo que se recarga uno de diésel o gasolina es una opción viable. Los precios todavía son altos, pero la contaminación desaparece y sería cuestión de tiempo que proliferen hidrogeneras.

España cuenta con la friolera de cero puntos de recarga de este tipo de vehículos. Algunos concesionarios de Toyota sí que tienen esta opción para dar cobertura a su modelo Mirai. Francia ya cuenta con 100 y Alemania con 50.

España se ha focalizado en los puntos de recarga eléctricos y en dar subvenciones a este tipo de vehículos, pero no hay rastro de ayudas a los coches de pila de hidrógeno ni a puntos de recarga.

BMW

BMW ya ha fabricado las suficientes pilas de este combustible como para comenzar a ensamblar el BMW iX5 Hydrogen y hacer una prueba de su flota los primeros meses de 2023. Se espera que para el próximo otoño este modelo de la marca alemana llegue a España, aunque tendrá todavía menos recorrido que uno eléctrico.

El vehículo es un modelo X5 con pila de combustible y 170 caballos en el modelo básico hasta los 374 del superior. Los dos tanques donde se recargará el hidrógeno son de fibra de carbono y pueden almacenar seis kilos.

Aunque la autonomía sería de 500 kilómetros, la recarga durará entre tres y cuatro minutos lo que mejora ampliamente a un eléctrico.