Clásicos contemporáneos
Shakira se equivoca: ¿por qué no siempre es mejor un Ferrari que un Twingo?
Desde Queen hasta Bruce Springsteen, los coches son protagonistas de temas de hoy y de siempre, pero nunca una comparación había levantado tanto polvo
«Cambiaste un Ferrari por un Twingo». Desconocemos si la letra es original de Shakira o se trata de un arreglo del mismísimo Perales, pero lo cierto es que la comparación ha indignado a los propietarios de Renault Twingo de todo el mundo, un modelo mítico en el mercado y que va camino de convertirse en objeto de coleccionista.
Tal es así que hoy mismo el propietario de este precioso Renault Twingo de 1995 ha tenido que rebajar su precio de venta, tal y como explica en el anuncio: «He bajado de precio porque Shakira ha decidido hacerle una canción a Piqué…». Toda una declaración de intenciones.
Lo que Shakira no sabe, ni probablemente su compositor, es que hay bastantes ocasiones en las que es mejor un Twingo que un Ferrari.
Más vale un Twingo que un Ferrari
Es mejor un Twingo que un Ferrari cuando eres el director comercial de Renault y descubres orgulloso que en la historia del modelo, nacido en 1992, se han vendido más de 2,6 millones de unidades del pequeño vehículo urbano galo, frente a las 12.000 del Ferrari 308, que era lo más de la marca del Cavallino en 1977, año en que nació Shakira.
Es mejor un Twingo que un Ferrari cuando circulas en ciudad y descubres lo manejable que resulta el coche con sus escasos 3,61 metros de largo, que cabe en cualquier hueco y tiene un consumo medio de solo 6,2 litros a los 100 kilómetros. Abrumador frente a los 4,23 metros de largo del 308 GTB, con un motor V8 de 254 caballos que solo arranca cuando está mantenido por las manos de un mecánico especialista y es capaz superar los 25 litros a los 100 de consumo medio sin problemas.
Es cierto que es mejor un Ferrari que un Twingo en un circuito, pero sobre todo es mejor un Ferrari que un Twingo cuando se trata de ligar…
Pero ojo, que a partir de ahí es mejor con un Twingo que con un Ferrari, sobre todo cuando descubres que sus asientos se convierten en cama de matrimonio, uno de sus mayores secretos que lo convierten en un coche verdaderamente único.
Sin duda es mejor un Twingo que un Ferrari cuando descubres que su cotización en el mercado de segunda mano apenas supera los 1.000 euros, mientras que un Ferrari 308 GTB ronda los 70.000.
«Me dejaste de vecina a la suegra, con la prensa en la puerta y la deuda de hacienda…», termina diciendo BZRP, la cruel canción de Shakira que no perdonan ni Piqué, ni los propietarios de los Twingo, ni sus suegras.