Los agentes llevan años pidiendo la incorporación de este pequeño luminoso lateral
Coches patrulla
La Guardia Civil compra un centenar de coches eléctricos que podrían no ser aptos para la circulación
Los agentes han explicado en varias ocasiones su malestar con los eléctricos; no tienen dónde cargarlos y los terminan usando los mandos. El problema está relacionado con la iluminación estroboscópica
El Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia ha permitido la renovación de gran parte del parque móvil de la administración, se trata de una partida de los fondos Next Generation destinados a la recuperación europea tras la epidemia de Covid y su completa reindustrialización sostenible.
En materia automovilística este plan ha contemplado la adquisición de miles de coches destinados a la administración, tanto para organismos oficiales como para las fuerzas de seguridad, con una sola condición, los vehículos nuevos deben ser eléctricos o híbridos enchufables.
No hay donde cargarlos
Esto ha provocado problemas en los cuerpos de seguridad, pues no disponen de puntos de recarga para los vehículos híbridos enchufables ni para los eléctricos, lo que provoca que los primeros sean utilizados en modo combustión exclusivamente mientras que los eléctricos deben destinarse a labores muy determinadas que no exigen autonomía de uso, pues este tipo de coches no sirven por ejemplo para persecuciones.
Nueva entrega de vehículos patrulla de la Guardia Civil
La última hormada está compuesta por casi un centenar de SUV de la marca Skoda, en concreto se trata de Enyaq 80X, un excelente vehículo eléctrico que homologa una autonomía de 540 kilómetros, con una potencia de 205 caballos, un 0-100 km/h de 8,5 segundos y una velocidad máxima de 160 kilómetros/hora.
51.000 euros por coche
El volumen total de la operación es de 4,6 millones de euros, lo que significa que cada unidad tiene un coste medio en torno a los 51.000 euros, cantidad dentro de la que entra tanto la rotulación patrulla como los rotativos y todos los elementos identificadores.
La Guardia Civil no tardó en hacerse eco de la adquisición en redes sociales, lo que rápidamente levantó decenas de comentarios entre agentes a los que supuestamente están destinados este tipo de vehículos.
Imagen de la entrega de los nuevos vehículos patrulla
La mayor parte de los comentarios hacen referencia a los problemas que les traen los coches eléctricos al no tener donde cargarlos, lo que provoca que este tipo de flotas se destinen a la renovación de los vehículos de los mandos, lo que hace que no se renueven los vehículos patrulla de los agentes, que están muy envejecidos y con cientos de miles de kilómetros a sus espaldas.
Defecto en la iluminación
Por si esto fuera poco, uno de los comentarios explica que los vehículos podrían ser ilegales, pues tal y como refleja el Reglamento General de Vehículos los vehículos prioritarios, entre los que se encuentran los coches patrulla de la Guardia Civil, no pueden lucir estas nuevas luces estroboscópicas en las aletas.
Las dos luces de la discordia
Tal y como dice literalmente el Reglamento de Vehículos en su apartado V-I...
«Los vehículos de Policía podrán usar con carácter voluntario dos fuentes luminosas intermitentes o estroboscópicas de color azul. Este sistema estará instalado en el frontal del vehículo, a la altura de las luces de cruce…»
Esto significa que pese a que las luces estroboscópicas laterales fueran una petición que llevan haciendo los agentes desde hace años, no son homologables, pues el Reglamento recoge que este tipo de luces tan sólo están permitidas cuando están ubicadas en el frontal del vehículo.
De confirmarse este extremo los vehículos podrían ser declarados no aptos para la circulación hasta que se corrija en defecto, o sea hasta que se eliminen los estroboscópicos laterales o se modifique el Reglamento para que los agentes puedan ver satisfecha su petición de contar con este tipo de iluminación lateral.
