Los trucos rumanos, algunos de ellos son difíciles de creer

Un truco que permite aprovechar al máximo cada repostaje

Práctico

El truco rumano para ahorrar al repostar: «La última gota es la que arranca el coche»

Las redes sociales se han convertido en verdadero viveros de ideas y de recetas domésticas que nos ayudan a ahorrar y a muchas más cosas

Hace meses que los conocidos como trucos rumanos se han hecho virales, se trata de trucos más o menos ingeniosos con los que normalmente logramos un aprovechamiento extra de las cosas o sacamos todo su partido.

Ideas sencillas y legales que nos ayudan en nuestro día a día, ya sea a la hora de repostar un coche o lograr que el aire acondicionado de un coche enfríe antes. En definitiva trucos caseros que el único problemas que tienen es que en ocasiones no funcionan tan bien como dicen.

El peso de la lógica

Si nos ceñimos al automóvil hay decenas de estos trucos, desde cómo abrir una puerta del coche sin romper nada si las llaves se nos han quedado dentro hasta cómo aprovechar hasta la última gota del combustible que hemos pagado en una estación de servicio.

La clave estaría en aprovechar bien el carburante que queda en la manguera

La clave estaría en aprovechar bien el carburante que queda en la manguera

En este caso el truco es más bien una triquiñuela que en España se conoce como ‘escurrir la manguera’.

Es tan sencillo como que tanto antes de empezar a repostar como cuando hemos terminado debemos elevar un poco la manquera con el boquerel ya dentro del coche, de esta manera entrarán al depósito algunas gotas adicionales que se han podido quedar tanto en la manguera como en el boquerel.

Obviamente este truco no va a permitir ahorrarnos cientos de euros, pero es cierto que en España tradicionalmente se decía que el combustible que quedaba en las mangueras era para los gasolineros.

En la manguera

De hecho en algunas estaciones de servicio era habitual que lo echarán en un recipiente para venderlo después a bajo precio.

En definitiva, no es más que una actualización de aquella vieja triquiñuela que hoy es mucho menos eficaz por una sencilla razón: los sistemas de medición son tan precisos que ya apenas queda combustible en las mangueras de repostaje de los surtidores, tal y como nos confirman profesionales del sector.

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