Práctico
El grave error de la DGT al colocar sus radares que denuncian los tribunales
Estas sentencias pueden aplicarse a otras muchas multas más de velocidad que los ayuntamientos o la DGT hayan puesto en circunstancias similares
Hace ya tiempo que las asociaciones de conductores en colaboración con los tribunales son los mejores defensores de los conductores ante la ofensiva recaudatoria que iniciaron hace años tanto los ayuntamientos como la propia DGT.
En este caso, hasta media docena de sentencias de tribunales españoles dejan sin valor las multas de equipos de radar de tipo móvil, es decir, todos excepto los que están reconocidos y señalizados como fijos y están en ubicaciones específicas y habitualmente dentro de cajas blindadas.
Define radares fijos...
Hace ya meses que desde la asociación para la defensa de los conductores DVuelta viene recurriendo sanciones de velocidad por un motivo realmente sencillo: la no existencia de un agente junto a los radares de velocidad para su manejo.
En este caso lo que hacen los agentes es colocar los radares móviles en los lugares convenidos y al estar conectados vía internet con el centro de tratamiento de sanciones de León las multas llegan directamente a los conductores.
Recordemos que estos equipos son autónomos, funcionan con batería y vía internet y GPS.
Más allá de lo económico
Se trata de multas que van más allá de lo económico, pues en la mayor parte de los casos incluyen retirada de puntos del carnet de conducir.
Tal y como reconocen las sentencias respecto a multas tanto de la DGT como del Ayuntamiento de Madrid, al no poder acreditar la presencia de alguien que maneje los equipos de radar, es obligatorio que las cámaras realicen dos imágenes de los infractores, una toma general en la que se vea el vehículo y un detalle más centrado de la matrícula.
Obligatorias dos imágenes
Entre las mismas debe poderse acreditar el paso del tiempo, lo que significa que las imágenes deben estar respaldadas con la hora.
En este caso la Orden 155/2020 establece que «A los cinemómetros que funcionen sin la presencia continua de un operador que vigile su funcionamiento y que no sean capaces de detectar, seguir e identificar inequívocamente el objetivo durante todo el proceso de medición, se les exigirá al menos dos fotogramas».
Un defecto de forma que podría extenderse a otras miles de multas en España.