La gran promesa de la marcha

Iván Pajuelo no podrá agregar su nombre a la brillante lista de medallistas olímpicos de la marcha española en la que figuran Jordi Llopart, Daniel Plaza, Valentí Massana, Paquillo Fernández o, en fechas más recientes, Álvaro Martín: el pasado lunes su cuerpo apareció sin vida en una vivienda compartida de la Armada en San Fernando en la que residía. De momento, se ignora la causa de su fallecimiento.

De talento no carecía. Lo demuestra su victoria en el campeonato nacional de 50 kilómetros en 2020, celebrado en Torrevieja. Ese hito, el mayor de su carrera, estuvo precedido por otros, como un título juvenil (sub18) de 10 kilómetros en 2010 u otro ca campeonato de España, en categoría cadete (sub16), en la especialidad de 5.000 metros en la edición del año 2008, siendo éste su primer galardón de importancia.

Como recuerda la Real Federación Española de Atletismo, «también destaca su participación en el Campeonato del Mundo de Londres 2017, donde acudió a competir en los 50 kilómetros, aunque no logró finalizar la prueba», no pudiéndose, asimismo, olvidar su presencia en dos copas del mundo de Marcha por Equipos, en 2012, como atleta sub20 (entonces junior) y 2014 en Taicang (China), así como una Copa de Europa de marcha en 2017 en Podebrady (República Checa) donde finalizó décimo en la distancia larga. Este palmarés se completa con una séptima plaza en los 20 kilómetros del Europeo Sub 23 cuya sede fue Tampere (Finlandia) o su participación en un Mundial Sub18 (entonces juvenil) en 2009 en la ciudad italiana de Bressanone.

Todos estos logros fueron obtenidos pese a haber pasado su infancia en un entorno familiar difícil, del que consiguió salir en la adolescencia al ser fichado por el Playetas de Castellón. Posteriormente, fue miembro de otros clubes e interno en residencias especializadas como la «Joaquín Blume». Qué acierto tuvo unos de sus profesores de Instituto al orientarle hacia la marcha.