
Ángel del Pozo
Ángel del Pozo (1934-2025)
Uno de los actores españoles del ‘spaghetti wéstern’
Fue uno de los intérpretes más reconocibles del género italiano y español y un veterano productor de televisión muy querido en el sector

Ángel del Pozo Merino
Actor y director
Asociado siempre al 'spaghetti wéstern', un género que adoró y del que habló toda su vida, en 2020, el Almería Western Film Festival (AWFF) le reconoció con el premio 'Tabernas de cine'.
El 'spaghetti wéstern', un género que tardó en gozar del respeto de la crítica, contó con una serie de actores secundarios emblemáticos de entre los que Ángel del Pozo gozó siempre de un lugar especial.
Nacido en Madrid en 1934, siendo apenas un adolescente, Del Pozo se interesa por la actuación y se integra en la Compañía de Lilí Murati para debutar en el cine en 1960 con tres películas, una de ellas el drama costumbrista Mi calle, de Edgar Neville. Tras ello, en los primeros años 60 trabaja con José Luis Sáenz de Heredia, Ramón Fernández, Ana Mariscal o Javier Setó en las películas El indulto, Margarita se llama mi amor, Occidente y sabotaje o El escándalo, respectivamente.
A mediados de los 60 empieza a participar en el género de moda europeo por antonomasia: el 'spaghetti wéstern'. El hombre del sur, La ley del Colt o Hasta la última gota de sangre, son solo algunos de los títulos más notorios en los que intervino. De esta parte de su filmografía que conforma el grueso de su carrera, destacan, sobre todo, sus trabajos a las órdenes de Tonino Valerii en La muerte de un presidente y de Sergio Sollima en Cara a cara, una de las cumbres del género.
Durante la década de los 70 desarrolla una interesante carrera en Europa donde interviene en la griega Aquel maldito día (1971), la británica La isla del tesoro (1972), las francesas Dust in the sun (1972) y El complot de los rebeldes (1973) y las italianas El corsario (1970), Las amazonas (1973), Simón y Mateo (1975) de Giuliano Carnimeo y El reportero (1975) de Michelangelo Antonioni. Al mismo tiempo, su carrera en España no se detiene y trabaja con Rafael Gil en Nada menos que todo un hombre (1971) y La duda (1972), con Eugenio Martín en Pánico en el Transiberiano (1972), con José Luis Sáenz de Heredia en Proceso a Jesús (1974), con Amadeo de Ossorio en La endemoniada (1975), con Jorge Grau en La trastienda (1975), con Jesús Yagüe en La mujer es cosa de hombres (1976) y con Tony Navarro en Nido de viudas (1977).Ángel del Pozo da el paso a la dirección en esa época y se pone tras la cámara en cuatro ocasiones durante la década de los 70: ¿… Y el prójimo? (1974) con Geraldine Chaplin, Antonio Ferrandis y Fernando Rey –película que también escribió–, El alijo (1976) con Juan Luis Galiardo y Fernando Sancho, La promesa (1976) con Carmen Sevilla y El hijo es mío (1978) con María José Alfonso y Sasha Montenegro. En 1984 dirigió de nuevo a ambas actrices en Extraño matrimonio. Además, dirigió varios capítulos de las series de televisión Escrito en América, Bla, bla bla y A vista de pájaro.
Retirado de la interpretación desde mediados de los 80, en la siguiente década empezó a trabajar en relaciones públicas y como productor ejecutivo de Gestevisión Telecinco, gestora de las cadenas Telecinco y Cuatro.
Asociado siempre al 'spaghetti wéstern', un género que adoró y del que habló toda su vida, en 2020, el Almería Western Film Festival (AWFF) le reconoció con el premio 'Tabernas de cine'.