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Vidas ejemplaresLuis Ventoso

Informaciones realmente perturbadoras

Tiene razón Sánchez, algunas de ellas «socavan la confianza del pueblo español en las instituciones»

Actualizada 13:19

Entrevistado en una de sus televisiones de cámara, Sánchez ha vuelto a colocar en la diana al Rey Juan Carlos, al que en el verano de 2020 forzó a lo que de facto fue una suerte de pena de destierro mediante una fuerte campaña mediática contra él. El presidente exige ahora con soniquete santurrón que el anciano Rey, que a día de hoy no está formalmente acusado de nada en tribunales, dé «explicaciones» por «todas las informaciones perturbadoras» que lo rodean. Según Sánchez, las pretéritas conductas de Juan Carlos I «socavan la confianza del pueblo español en las instituciones».

Es cierto que la ejemplaridad del Rey Juan Carlos en su última etapa dejó que desear. También es verdad que el manto de la inviolabilidad constitucional lo llevó a no ser todo lo pulcro que debería con sus intereses pecuniarios. Pero ello no debe llevarnos a borrar de la memoria sus excelentes aportaciones a España, ni a machacar su presunción de inocencia, como está haciendo el actual Gobierno.

Por lo demás, Sánchez tiene toda la razón cuando comenta que ciertas «informaciones perturbadoras» pueden «socavar la confianza del pueblo español». De cara a futuras entrevistas en cadenas afectas, desde aquí nos brindamos a colaborar con su cruzada regeneracionista recordando algunas informaciones ciertamente perturbadoras:

Me temo que más perturbador que las historias de antaño del Rey Juan Carlos sea el hecho de que a fecha de hoy, octubre de 2021, una ministra del Gobierno de España, Irene Montero, esté regalando cholletes a dedo en su Ministerio a la dirigente podemita Isabel Serra, condenada por el Supremo a un año y siete meses de cárcel por agredir a un policía, y a dos exconcejales de Manuela Carmena imputados por un chanchullo. Resulta igualmente perturbador que el presidente del Gobierno, el mismo que da espléndidas lecciones de ética al Rey Juan Carlos, se niegue en redondo a informar sobre el uso que hace del Falcon para su particular deleite, a pesar de las múltiples peticiones formuladas al respecto a través de Transparencia. También perturba bastante que para ayudar a un amigo arquitecto que había emigrado a Estados Unidos porque no encontraba un trabajo en España, Sánchez, el de las grandes reconvenciones al veterano Rey, ordenase a Ábalos que se inventase un puesto artificial para darle un curro bien pagado a su amiguete a cargo de los impuestos de todos los españoles.

Perturba un poquillo tener un Gobierno doblemente condenado por el Tribunal Constitucional, por su uso abusivo del estado de alarma y por cerrar autoritariamente el Parlamento con la coartada de la epidemia. Perturba que una vicepresidenta del Gobierno de España, la dirigente comunista Yolanda Díaz, aplauda de pie en el Congreso al número tres de Podemos tras conocerse que ha sido condenado por el Supremo por agredir a un policía. Perturba que el cargo socialista colocado por Sánchez al frente del CIS para remar a favor de PSOE trucando las encuestas, Tezanos, esté ya imputado por posible malversación al frente del instituto público. Perturba que el exjefe de la inteligencia chavista asegure en la Audiencia Nacional que Zapatero posee una mina de oro en venezuela (acusación que ha llegado a la misma hora en que el expresidente daba grandes lecciones de socialismo igualitario en el Congreso del PSOE).  Y, por supuesto, perturba que el actual presidente del Gobierno nos haya mentido en todas las promesas electorales estelares con las que ganó las últimas elecciones.

Para entendernos:  Sánchez dándole lecciones de integridad al Rey Juan Carlos es algo así como Curro Jiménez al frente de una cátedra de ética kantiana.

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