No mires a tu izquierda
Sugiero a McKay que en su versión europea añada el personaje de un vicepresidente comunista, un Pablo Iglesias o una Yolanda Díaz, gritando «Viva el comunismo y muera la libertad». Negacionismo brutal y pura realidad. Le quedará un documental más que una película. El guion lo tiene hecho
Anda la izquierda entusiasmada estos días glosando las maravillas de la película No mires arriba, de la que dicen, es una vibrante denuncia del negacionismo y una reivindicación de la verdad. La película es de un «Bardem» americano, Adam McKay, que resume su visión del mundo en su propio Twitter, afirmando que «los ciudadanos son víctimas de políticos inútiles, débiles y corruptos, que están dirigidos por millonarios y grandes empresas, mientras los medios de comunicación nos distraen e idiotizan con programas basura». Es decir, puro y nefasto populismo de extrema izquierda.
Una de las izquierdistas entusiasmadas con el alegato populista de McKay, Olga Rodríguez, citaba estos días a Simone de Beauvoir para reivindicar «la verdad». Lo que es una excelente muestra del negacionismo de la izquierda, el que presidió el siglo XX y persiste en el XXI. Y es que hace falta férrea voluntad negacionista para reivindicar a Simone de Beauvoir, una de las intelectuales que apoyó con entusiasmo los totalitarismos comunistas, muy en especial el régimen más asesino de la historia, el maoísta. 60 millones de personas fueron asesinadas por el totalitarismo comunista chino, calculó El libro negro del comunismo. Es la brutal verdad negada por Beauvoir, Sartre y compañía, y tan bien documentada por Paul Hollander en su brillante obra Los peregrinos políticos.
Pero la izquierda sigue reivindicando a Beauvoir y demás defensores del comunismo, que es como tener a negacionistas del Holocausto como intelectuales de cabecera. Así de crudo es el negacionismo de quienes celebran la película del meteorito y del cambio climático, mientras se niegan a mirar el gran meteorito que está a su izquierda. Un meteorito cargado de los 100 millones de muertos del comunismo, y con otras numerosas negaciones adheridas, como la negación de las dictaduras de izquierdas de la actualidad, o de los terrorismos del mismo signo ideológico. O, en nuestro país, un meteorito trufado de negaciones sobre los ataques a la libertad y al pluralismo de nuestros nacionalismos étnicos.
McKay, el Bardem americano, se podría pasar por España para hacer una versión europea de su panfleto, que bien podría titularse No mires a tu izquierda. Con tertulianos negando que Bildu apoya a ETA, que los independentistas dieron un golpe de Estado, que en Cataluña se discrimina a quienes quieren estudiar en español, que Venezuela es una dictadura o que el comunismo es totalitarismo. Meryl Streep podría parodiar a Pedro Sánchez en lugar de a Trump, y para dar más verosimilitud a la denuncia del negacionismo, sugiero a McKay que en su versión europea añada el personaje de un vicepresidente comunista, un Pablo Iglesias o una Yolanda Díaz, gritando Viva el comunismo y muera la libertad. Negacionismo en estado brutal y pura realidad. Le va a quedar un documental más que una película, pero lo bueno es que el guion ya lo tiene hecho.