El cine de Pallete

El Cine de Pallete y el Cine de Cerezo, del que se dice que es el propietario del canal 36 de Movistar Plus dedicado exclusivamente al Cine Español. Lo sintonizo de vez en cuando, para tener la suerte de coincidir con la emisión de alguna de las grandes películas españolas producidas cuando las subvenciones no existían, y los revanchismos políticos tampoco.

Garci apenas existe, y muy de cuando en cuando se emiten «películas de los Ozores», así denominadas de forma peyorativa, que son divertidísimas, llenas de talento e improvisación –en ocasiones no se repetían las escenas para ahorrar–, y con grandísimos actores sin pretensiones. El problema de ese canal de cine español es la Guerra Civil, que todavía no han sabido perderla los derrotados. Películas manipuladoras, mentirosas, donde los republicanos y rojos son siempre los buenos, y los nacionales, militares, guardias civiles, falangistas, sacerdotes, monjas e inventados caciques, los malos. A estos «malos» los representan peores actores sobreactuados, siempre enfadados, como Echanove o Juan Diego. Unos papeles de perversidad y enfado constante con la vida que no se corresponden con la realidad. ¿Por qué estaban tan enfadados y eran tan antipáticos si habían ganado la Guerra Civil? Y Ana Belén de pacífica miliciana.

La farsa de las Doce Rosas, producida por Cerezo, ocupa un lugar preferente en la clasificación de mentiras emitidas. Doce «santas» que, efectivamente, no tendrían que haber sido fusiladas y sí condenadas a pasar una larga temporada en prisión por acciones terroristas. Pero los tiempos son los tiempos, y en el apartado de fusilar a inocentes los socialistas y comunistas fueron expertos exterminadores. Sucede que en ese ombligo sectario del mundo del cine, nadie se atreve a producir una película sobre Paracuellos del Jarama, o un relato imparcial de las grandes batallas entre hermanos libradas durante los tres años de la Guerra, y con unos personajes decentemente tratados de los dos bandos. No; ellos están todavía en el odio que la derrota procura. Desnudada de ideología, hay una gran película, de producción hispano-italiana que jamás se exhibe en el canal de Pallete o de Cerezo. Me refiero a Sin Novedad en el Alcázar, que narra desde un bando una de las resistencias bélicas más heroicas del siglo XX. La del Alcázar de Toledo. Y tampoco tiene sitio y lugar Embajadores en el Infierno, la narración de los 11 años de cautiverio de los combatientes españoles de la División Azul en los campos de concentración de Stalin en la URSS. Esa película es consecuencia del libro de Torcuato Luca de Tena, Embajador en el Infierno, fruto de sus conversaciones con el Capitán Palacios Cueto, que supo mantener el espíritu de sus hombres durante 11 años de hambre y tortura, y que fueron recibidos en el puerto de Barcelona en una de las manifestaciones de gratitud y júbilo más libres y espontáneas de aquellos años, cuando el barco fletado por la Cruz Roja, el «Semíramis», atracó en Barcelona repatriando lo que quedaba de aquellos centenares de héroes.

Las 12 Rosas, Salvador –vida y muerte de Puig Antich-, Las Cosas del Querer, la ETA, Atocha y no Miguel Ángel Blanco… Se han rodado películas muy críticas con el franquismo en las que el humor y la inteligencia sobrevolaron al odio y la revancha. Con Pallete y Cerezo, con Telefónica y Movistar, se han superado con creces las severas cumbres de parcialidad y sesgo de Canal Plus, uno de los factores de la ruina de Prisa. Ahora todo es Bardem, Echanove, Juan Diego, Juan Diego Botto, León de Aranoa, Almodóvar, Trueba, la de Alcobendas… amargura, revancha y mal humor. Pero sobre todo, mentira y fraude histórico. Ni cine clásico, que existe, ni cine histórico, que existe, ni cine imparcial, que existe. Recreación del odio sostenida por la mentira.

Miseria de canal 36.