Me apunto
Prueba de la madurez intelectual de Rita Maestre, adquirida y enriquecida por su cercanía con Íñigo Errejón y Manuela Carmena, es su última propuesta al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. La creación de talleres formativos para hombres sobre la menstruación
De siempre he tenido a Rita Maestre como una intelectual profunda. Es una persona cultivada. Creo que fue Pierre Daninos el que escribió que, cuando le hablaban de una persona cultivada se la figuraba con zanahorias, nabos, espárragos y espinacas surgiéndole de las orejas. Pero no es el caso de Rita Maestre. La cercanía con un intelectual, el contagio de la sabiduría, crean otro intelectual. Y Rita Maestre lleva muchos años al lado de Íñigo Errejón, probablemente el pensador de más hondura del origen de Podemos. No es fácil conseguir una beca por la Universidad de Málaga. Ayer cené en Santander con un magistrado jubilado, dos catedráticos de Medicina, un ingeniero de caminos, un ingeniero naval y un profesor de Literatura Inglesa. Y ninguno de ellos, según me informaron en un alarde de sinceridad y modestia, obtuvo una beca en la Universidad de Málaga. Simple dato que corrobora mi opinión.
Rita Maestre es muchas cosas. Adornaba su extraordinario curriculum vitae con sus títulos y principales actividades hace apenas una semana. Politóloga, Política, Ciudadana, Partisana, Feminista y Portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid. Se entiende que el alcalde de la Villa y Corte y Capital del Reino de España, que sólo es abogado del Estado, tiemble cada vez que doña Rita hace uso de la palabra. Se interpretó mal su pequeña travesura en la capilla de una Universidad de los entornos de Madrid, mostrando su torso desnudo –mantuvo respetuosamente el «suty», como ella dice–, mientras gritaba a los que allí rezaban o simplemente calmaban sus agobios en el silencio de un templo:
«¡Arderéis como en el 36!». Rita lo hizo por no contrariar a sus compañeros, pero sin intención de molestar. Cuando don Enrique Tierno Galván, catedrático e intelectual cimero, formidable cínico, ateo y dotado de un inteligente sentido del humor, se sentó por primera vez en la Casa de la Villa en su despacho de alcalde de Madrid, manifestó que jamás retiraría de la mesa la Cruz. «Es un símbolo de paz». Claro que el Viejo Profesor alcanzó la alcaldía de Madrid con más experiencia que la joven Rita Maestre, mano derecha de Manuela Carmena durante su brillante período de regidora. Rita, como toda mujer joven, se deja llevar por las explosiones primaverales, y aquello de la capilla en el Campus de Somosaguas no fue más que una ocurrencia traviesa.
Y prueba de su madurez intelectual, adquirida y enriquecida por su cercanía con Íñigo Errejón y Manuela Carmena, es su última propuesta al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida. La creación de talleres formativos para hombres sobre la menstruación. He intentado apuntarme pero todavía no han abierto la oficina de inscripciones. No obstante, estoy en la lista de espera con el número 43 de solicitud en trance de aceptación.
Me ilusiona ese taller para hombres sobre la menstruación. Eso sí, no es una idea original de Rita Maestre. Siendo Matilde Fernández ministra de Asuntos Sociales del Gobierno de Felipe González, no sólo financió talleres de menstruación y de «Conocimientos de la Vulva Femenina», sino que editó una revista trimestral titulada La Boletina con cargo a los presupuestos de su Ministerio en la que se informaba del desarrollo y evolución de esos talleres, y se incluía un poema con inspiración coñil de la famosa poetisa argentina Rosa María Roffiel, que sinceramente y sin ánimo de molestar a nadie, era bastante guarra. Eso sí, eran talleres para mujeres, no para hombres ignorantes de la existencia de la menstruación, como es mi caso.
El día de la inauguración del taller, de vuelta a casa, escribiré al respecto. Mientras tanto, mi ánimo a doña Rita por su excepcional idea.
La intelectualidad, la Cultura, la politología, la experiencia partisana… Todo. Madrid en la vanguardia del progresismo.