Susto de la fregona
La ruina de España está presente y las próximas elecciones no tan lejanas. Soltar a Puigdemont puede resultarle muy negativo a Sánchez. En el caso de que la Fregona sea extraditado a España, cualquier decisión que no sea la del respeto y pleno apoyo al Estado de Derecho le puede acarrear disgustos y problemas
El magistrado del Tribunal Supremo don Pablo Llarena no ceja en su valiente defensa de la victoria del Estado de Derecho sobre la excremental justicia politizada. Nos representa a decenas de millones de españoles. Hasta el siniestro abogado de la Fregona del Maletero y antiguo colaborador de la ETA en el secuestro de don Emiliano Revilla, Gonzalo Boye, ha reconocido su preocupación. El abogado General del Tribunal de la Unión Europea afirma que no se puede negar la ejecución de una euroorden si no se demuestran deficiencias sistémicas en el país emisor. Falta que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dicte sentencia y sitúe, al fin, en el núcleo del ridículo, la injusticia y el escándalo a la justicia belga. Las probabilidades son muchas de acuerdo al susto que se han llevado los delincuentes fugados Puigdemont y Puig, su abogado, y el propio Presidente de la Generalidad de Cataluña, Aragonés, que ha anunciado una inmediata petición de indulto a Sánchez para todos los golpistas cobardes que no se atrevieron a enfrentarse a la ley. Al menos, los golpistas irregularmente indultados por Sánchez han conocido brevemente las ventajas e inconvenientes que conlleva el alojamiento gratuito en los establecimientos penitenciarios. Algunos de ellos engordaron por la buena alimentación y el escaso ejercicio físico.
No albergo dudas al respecto. Sánchez concederá el indulto a la Fregona del Maletero, y a Puig, y al resto de los delincuentes fugitivos. Por indultar, es muy capaz de hacerlo también con Anna Gabriel, un caso único de pánico a los tribunales de justicia. No estaba acusada de nada, y se fugó a Suiza, no a Cuba, a Ginebra, no a Caracas o La Habana, y sobrevive en la Confederación Helvética con un dinero generoso que nadie sabe de dónde viene. Como Marta Rovira, otra heroína catalana, también en Suiza, aquel humilde y calvinista país cuyo único héroe en la ficción, Guillermo Tell, estaba como una cabra. Ahí, la opinión de Foxá: «Suiza, siglos de neutralidad, cobardía, paz, prosperidad con el dinero ajeno, y una sola creación merecedora del elogio universal: El reloj de cuco». Se dice que en Suiza, lo más divertido que puede suceder en una cama, es que se caiga el edredón al suelo, lo cual no me extraña ni en Marta Rovira ni en Anna Gabriel.
Pero quizá Sánchez se lo piense. La ruina de España está presente y las próximas elecciones no tan lejanas. Soltar a Puigdemont puede resultarle muy negativo. En el caso de que la Fregona sea extraditado a España, que ahora parece más próximo y probable, cualquier decisión que no sea la del respeto y pleno apoyo al Estado de Derecho le puede acarrear en el futuro disgustos y problemas. Los superará, porque cuando la justicia española entre en acción, Sánchez y su familia ya habrán instalado su hogar fuera de España, en un país amigo de Podemos, su nuevo partido político.
Los españoles tenemos muy recientes en nuestra memoria las imágenes violentas del Golpe de Estado catalán, los ataques a la Constitución y el Estado de Derecho, los desprecios al Rey y su formidable reacción, la sarta de mentiras y falsedades, amén de robos y apropiaciones indebidas de dinero público de esa pandilla de sinvergüenzas. Intentará convencer al PP de Feijóo para que apoye el indulto de doña Fregona. Pero no está el PP para perder en una acción todo lo que ha ganado desde que se fueron Casado y el lanzahuesos. No, fácil no lo tiene.
Y la Fregona con un susto que no se lo puede quitar de encima.