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HorizonteRamón Pérez-Maura

A Sánchez le cortan la manguera

No por casualidad, en esta disyuntiva, los independentistas catalanes y este Gobierno de la nación, siempre empiezan en bandos opuestos y acaban sentados en la misma grada. No hará falta decir nada sobre quién es el que siempre cede

Actualizada 01:51

No fue ayer un buen día para Pedro Sánchez. Como es habitual su presentación de fin de año y la rueda de prensa que la acompaña debe ser un momento de enorme gloria personal presentando grandes logros e ignorando todo problema. Ya sabemos la afición que tiene a negar la Verdad. En esta ocasión, como la Verdad venía mal plantada después de un año en que el PSOE va camino del descalabro electoral a decir de todos los institutos demoscópicos independientes, convenía sacar la manguera de los euros para intentar devolver la felicidad a los votantes más dependientes y con menos recursos.

Todo estaba programado por Moncloa cuando Perè Aragonés tuvo el mal gusto de anunciar la víspera que 2023 sería el año en que se fijaría la fecha y la forma de la consulta para la independencia de Cataluña. Vaya por Dios. Sánchez diciendo y reiterando una y mil veces que el procès se había acabado y el presidente de la Generalidad afirmando lo contrario. Lo malo de esta declaración es que para cualquiera es muy superior la credibilidad de Aragonés que la de Sánchez. Porque hay que reconocer que todo lo que dice ERC que va a ocurrir, sucede siempre, antes o después, mientras que lo que dice el presidente del Gobierno que no ocurrirá nunca, acaba sucediendo, sin excepción. Y, no por casualidad, en esta disyuntiva, los independentistas catalanes y este Gobierno de la nación, siempre empiezan en bandos opuestos y acaban sentados en la misma grada. No hará falta decir nada sobre quién es el que siempre cede.

Pero la adversidad para Sánchez no había concluido. Estaba claro que no tenía un buen día. Después de decir que los jueces fachas bloquean la renovación del Consejo General del Poder Judicial, van esos «fachas» y presentan dos candidatos, una de ellas de querencia alejada de las posiciones conservadoras y los eligen ¡por unanimidad! como los candidatos a ocupar la cuota del CGPJ en el Tribunal Constitucional. Así el magistrado del Tribunal Supremo (TS) César Tolosa y la magistrada jubilada del TS María Luisa Segoviano acaban con el discurso gubernamental de que la Justicia está secuestrada por una judicatura que pretenden ubicar en la extrema derecha. Cree el ladrón que todos son de su condición.

Esta elección puede representar un muy duro golpe a las aspiraciones del Cándido Conde-Pumpido como favorito del Gobierno para presidir el Constitucional. Aunque, una vez elegida, María Luisa Segoviano debe ser libre de proceder en sus actuaciones dentro del TC como crea que debe hacerlo en conciencia.

De lo que no hay duda es de que se ha complicado el asalto del Gobierno sobre el Constitucional y de que las preocupaciones del comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, sobre la renovación de los órganos judiciales en España se habrán aminorado. No fue un buen día para Sánchez, parece que le cortaron la manguera y no se lo esperaba. Pero quizá sí lo fue para muchos españoles.

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