Fundado en 1910
Cosas que pasanAlfonso Ussía

La cursilería de las lerdas

Entre la Belarra y la Montero se inventan estas tonterías para justificar los centenares de millones de euros de sus presupuestos, que a los diputados del Partido Popular les parecen bien invertidos

Actualizada 01:30

Mis padres crearon y formaron una familia numerosa. Fuimos diez hermanos, y aún así, intentaron sin éxito adoptar a un huérfano húngaro en 1956, cuando la maravillosa Hungría se levantó contra la URSS y la bota soviética pisoteó, entre barro, hierro y sangre, Budapest. No éramos los únicos. Familias con diez hijos o más eran habituales en aquellos tiempos. El Gobierno concedía todos los años el Premio Nacional de Natalidad, y lo ganaba siempre Jesús –Chuchi–, Fragoso del Toro, un periodista deportivo que tuvo con su única mujer más de veinte hijos, creo recordar que 23. Y la España vacía era una España abarrotada de niños, desde los pueblos más humildes de Extremadura hasta las localidades de Castilla La Vieja, Castilla la Alta. En aquellas familias numerosas no existía el egoísmo, ni los mimos, ni las preferencias. Cuando ingresé en Camposoto para hacer el Servicio Militar, éramos en la Compañía 202 reclutas, y me parecieron pocos. Lo más molesto en mi casa era la lectura del periódico, que pasaba de uno a otro siguiendo un riguroso turno. Y los domingos, comíamos todos en el comedor, y vigilábamos a los que se servían más patatas fritas de las debidas. Tiempos felices que recuerdo sin colores, en blanco y negro, como Casablanca o La diligencia. De San Sebastián, en cambio, mi memoria de la niñez es multicolor y en cinerama, aquel invento de las tres pantallas unidas que no fue nada del otro mundo.

Con diez hijos, las familias eran «Numerosas de 1º Clase», y con más de doce «Numerosas de Clase Especial». Me figuro que la de Chuchi Fragoso del Toro, que aumentaba cada año, tendría una categoría única, «Familia Numerosa de Órdago a la Grande», o algo así. Ahora, por culpa de las lerdas de Podemos, las familias numerosas han dejado de serlo, dando paso a las «Familias de Apoyo a la Crianza», que hay que ser gilipollas. Entre la Belarra y la Montero se inventan estas tonterías para justificar los centenares de millones de euros de sus presupuestos, que a los diputados del Partido Popular les parecen bien invertidos. Porque todos los diputados del PP, sin excepción alguna, han votado a favor de la permanencia del Ministerio inventado por Pablo Iglesias para colocar a su mujer. Esos diputados del PP no representan a quienes los votaron. Representan a la clase política disciplinada, aborregada y obediente que acepta la deslealtad con sus votantes a cambio de su permanencia en los escaños del engaño. Putos borregos con síndrome de Estocolmo, como ese Samper que es el Madina de los conservadores, o la rubia y elástica candidata del PP en Extremadura, María Guardiola, que se ha manifestado partidaria del aborto, de la LGTBI, y de la inmigración masiva. Al menos ha tenido la gentileza de anunciarlo con anterioridad a las elecciones, no a toro pasado como sus hermanos borregos del Congreso de los Diputados. Le votarán los partidarios de crear familias de «Apoyo a la Crianza», en su mayoría, de origen magrebí, escrito sea con todo el respeto.

Porque «Familia Numerosa» suena a franquista, aunque se estableciera en el antepasado siglo, con Alfonso XII reinante, y se mantuviera con Alfonso XIII, la Segunda República, el Régimen de Franco, los Reinados de Juan Carlos I y Felipe VI, hasta que llegaron las tontas y malas. «Soy miembro de una familia numerosa» es expresión que produce recelo de derechismo y desacato a la Agenda 2030. De ahí el cambio de denominación. «Soy miembro de una familia de Apoyo a la crianza». Y decenas de millones de euros derrochados para culminar la estupidez y la cursilería progre.

Vivimos en un maravilloso país rebosado de idiotas y villanos.

comentarios

Más de Alfonso Ussía

  • Más de un héroe difamado

  • La estudiosa

  • Tamames

  • El naufragio

  • Que sí, Fernando, que sí

  • Últimas opiniones

    tracking