Fundado en 1910
HorizonteRamón Pérez-Maura

¡Corrija, Feijóo! Pida otros cinco debates

Esto ha demostrado ser un debate con un jugador más limpio que el otro y al final el resultado es evidente: ganó Feijóo. Por goleada. Y Sánchez se lo puso fácil. Por prepotente

Actualizada 09:18

Mi principal conclusión para Alberto Núñez Feijóo anoche es que se equivocó. No se equivocó ayer. Se equivocó cuando no aceptó los seis debates cara a cara que propuso Sánchez al principio de la campaña. Comprendo que lo hiciera. Sánchez cree que es el mejor parlamentario. Anoche ha demostrado que no lo es, porque había alguien con tiempo para responder a sus mentiras y Sánchez ha exhibido unos gestos de prepotencia que era regalos a la victoria de Feijóo.

Según terminaba el debate, un buen amigo, corresponsal en Madrid de la cabecera periodística más relevante de la historia europea me decía de Sánchez: «He has committed suicide on live tv with Feijoo as elegant grave digger». Ha cometido suicidio en televisión en directo con Feijóo como un elegante enterrador. No soy capaz de ofrecer una descripción mejor.

Ya cuando empiezan a hablar de economía Sánchez se pone nervioso. No deja hablar a Feijóo y repite el modelo de las entrevistas que le han hecho. Imponerse sobre el interlocutor. Sea periodista o su rival político. La verdad la tiene él. Y Feijóo tiene que denunciar su nerviosismo pidiendo que le deje hablar. En un momento del debate Sánchez recurre a Ucrania para desviar la atención de los datos de la economía que enumera Feijóo. Hay que estar muy desesperado. Esto ha sido una muestra muy evidente de que, si para dar datos falsos uno tras otro ha tenido que estar estudiando cuatro días, la verdad es que no le ha salido muy bien. Casi como la preparación de su tesis doctoral.

Es cierto que Sánchez desde el primer minuto empezó a interrumpir las intervenciones de Feijóo, pero a partir del final de la parte económica Feijóo empieza a interrumpirle y ahí se equivoca. Pero acertó recordando que Sánchez era consejero de Caja Madrid. Y que no sólo se rescató las cajas gallegas –de las que Feijóo no era consejero– y Sánchez sí lo era de una caja quebrada en la que alguna responsabilidad deberían tener los consejeros.

Muy relevante el dato de que alguna responsabilidad tendrá Sánchez en que su Gobierno ha aprobado el equivalente a 814 páginas de leyes al día. Un galimatías legislativo que solo crea inseguridad jurídica.

Durante el debate, los gestos de la cara de Feijóo, casi sonriendo, demuestran un relax que está ausente en la cara de Sánchez.

Sánchez sólo puede repetir una y otra vez que Feijóo miente. Pero el historial de ambos les pone en diferentes niveles a uno y otro. Es difícil encontrar una mentira en Feijóo –que estoy seguro de que alguna habrá– pero en el caso de Sánchez, es mucho más difícil encontrar cuándo no ha mentido, aunque lo vista de cambiar de opinión.

Uno de los grandes momentos de la noche fue cuando Sánchez comete un error de libro: niega que le congelaran las pensiones a tres millones y medio de funcionarios. ¿De verdad cree que ellos, esos tres millones y medio de empleados públicos lo han olvidado?

Sánchez tiene los bemoles de defender la ley del 'solo sí es sí'. Con un par. Cree que los españoles nos olvidamos con la velocidad que él envidia. Sánchez tiene una patología psiquiátrica perfectamente definida. No recuerdo su nombre, pero es aquella en la que una persona miente y se cree sus mentiras. Es una enfermedad muy conocida y en mi familia me ha tocado cerca.

Tuvo un magnífico golpe Feijóo con el contrato que Sánchez no deja ni que se presente. Y eso que había dicho que va a ganar las elecciones. Feijóo lo firma, pero Sánchez lo desprecia y recurre todo el tiempo a Extremadura. Pero ignora –lo sabe, pero lo oculta– que antes de pactar Extremadura, Feijóo ya ofreció que gobernase la lista más votada. Ahora no quiere hablar de ello.

El momento más patético de la noche y en el que demostró estar más desesperado fue cuando recurrió al 11M para decir que el PP miente. Hombre, en este caso la «mentira» sería creerse los informes de la inteligencia de los Estados Unidos y el Reino Unido en Irak, donde no teníamos fuentes equiparables a las de nuestros aliados. Si eso es mentir comparado con lo que ha hecho Sánchez en esta legislatura, que venga Dios y lo vea.

Feijóo para responder a si va a pactar con Vox, responde con Miguel Ángel Blanco. Pretender equiparar a Vox y PP es un recurso desesperado de Sánchez. Y respecto a la reacción de la hermana de Miguel Ángel Blanco, léanse en estas páginas el artículo de Alfonso Ussía de hoy.

Sánchez demuestra con creces el daño que le ha hecho el lema «que te vote Txapote». Debería ir a los sanfermines que no es tierra de especial implantación ni del PP ni de Vox. Es el termómetro político de la España de hoy.

Si Sánchez no tiene más remedio que echar en cara a Feijóo el programa de Vox, es que está muy desesperado.

A Sánchez se le acabó Franco después de sacarlo del Valle de los Caídos y ahora pretende que Vox es lo mismo. Es un argumento suicida.

Feijóo recuerda también el móvil de Sánchez y Marruecos. Un asunto investigado principalmente por El Debate. Sánchez se va por otro asunto y no responde. Pero Sánchez tiene que volver y está brillante Feijóo con Marruecos y el Sahara. Sánchez no dice qué ha pactado. Increíble. La intervención sobre Marruecos del líder de la oposición es la más relevante que ha habido en un debate electoral sobre un asunto de política exterior. Ni en la guerra de Irak –que ya es decir…

El empeño de reclamar Sánchez que él es limpio acaba resultando patético. Ya no sabía qué decir.

¿En qué pensaban los asesores de Sánchez que en la publicidad no le decían que cambiara de línea agresiva? ¿De verdad creían que le iba bien? Yo creo que le ayudaron muy poco o eran los que le llevaron por el camino equivocado.

No me quiero meter en el papel de los moderadores, que creo que podría haber sido manifiestamente mejorable. Porque era evidente que el debate iba a ser de interrupciones constantes. Pero esto ha demostrado ser un debate con un jugador más limpio que el otro y al final el resultado es evidente: ganó Feijóo. Por goleada. Y Sánchez se lo puso fácil. Por prepotente.

PS: RNE, Radio 5, anoche, en su boletín informativo de la 1,00 de la madrugada no hizo la más mínima referencia al debate. Por algo sería. Periodismo objetivo que ignora lo irrelevante.

comentarios
tracking