Escucha, Europa
Artículo especial para El Debate del presidente del PP europeo y sus vicepresidentes
En los últimos 45 años España ha dado un impresionante salto cuántico. Con la Transición arrancan los mejores años de la historia de España, una Transición que tiene dos hechos fundamentales: la Constitución Española de 1978 y el ingreso en 1986 en la Unión Europea.
España ha vivido más de cuatro décadas de paz, desarrollo y progreso, pero sobre todo ha vivido con la grandeza moral de ser una nación reconciliada. Ese es el gran fruto de la Transición, esos son los cimientos del gran edificio de la democracia española.
Europa ha sido fundamental para el despegue de España, para la consolidación de su democracia, para el fortalecimiento definitivo de sus libertades. Son los valores europeos los que inspiran la Constitución y las leyes de España. Son los valores europeos el oxígeno que alimenta a la democracia española. Son los valores europeos el viento que infla la vela de ese gran velero llamado España.
Y hoy, cuando esos valores son atacados en España, millones de españoles vuelven a poner sus esperanzas en Europa.
Españoles que manifiestan su desasosiego, pesar y preocupación, porque algunos irresponsables cegados sólo por la luz corta de su interés personal quieren poner en peligro y empezar a desmantelar la igualdad, el imperio de la ley y la concordia que amparan la Constitución Española.
Toda Europa está viendo con incredulidad lo que ocurre en España. Sánchez quiere ganar con los votos de un prófugo lo que perdió con el voto de los españoles.
Aquí no hay generosidad, magnanimidad o grandeza de ningún tipo, aquí solo hay la conveniencia personal y el oportunismo descarado de un político derrotado en las urnas que se agarra a todo por seguir en Moncloa.
La amnistía de Sánchez es la condena de los valores europeos
Sánchez presenta la inmoralidad de la amnistía bajo el disfraz de la concordia, pero ya no engaña a nadie. Todos los españoles recuerdan las palabras de Sánchez contra la amnistía, contra Puigdemont y en defensa del Estado de derecho.
¿Por qué ha cambiado? ¿Por qué este giro copernicano del presidente del Gobierno?
La respuesta es muy simple: porque quiere seguir en Moncloa y sabe que la única llave para ello es comprar el voto del independentismo y aceptar todas sus exigencias.
Pero qué equivocado está Pedro Sánchez. Dormirá en La Moncloa, pero no será presidente. Los nuevos amos de Moncloa serán Puigdemont, Junqueras y Otegi.
Los comunistas, los independentistas y los herederos políticos de ETA hacen lo que se espera de ellos. Lo sorprendente es que un líder de un partido socialista abandone la socialdemocracia y las políticas de Estado y ponga el Gobierno y el futuro de España en manos de sus peores enemigos.
Por eso hoy, insistimos, millones de españoles vuelven a poner sus esperanzas en Europa. Una Europa que no puede mirar hacia otro lado ante un pacto de lawfare que acaba con la independencia judicial, la separación de poderes y el Estado de derecho en España, y ante una amnistía que beneficia a golpistas, a corruptos y a procesados por terrorismo.
Europa tiene que escuchar el clamor de las calles, la voz de los ciudadanos y la angustia de los jueces, y acudir en socorro de la democracia española. El Partido Popular Europeo, el partido de los padres fundadores de la Unión Europea, va a ser el altavoz en Europa de esos millones de españoles preocupados y asustados por la inquietante deriva de su Gobierno contra la igualdad y los valores europeos.
El Partido Popular Europeo siempre ha defendido la separación de poderes y la democracia en Europa. La defendió en Polonia y en Hungría y la defiende hoy en España, a diferencia de los socialistas europeos que la defendían a gritos en el este de Europa pero están mudos ante su atropello en España.
El Partido Popular Europeo es la garantía de que Europa va a escuchar la realidad de lo que sucede en España y no el relato fake del PSOE que por un lado busca justificar su amnistía y por el otro blanquear el golpe a la democracia de sus socios independentistas en 2017.
La amnistía de Sánchez no sólo borra el golpe al Estado, borra la Transición, la división de poderes y la igualdad de los españoles ante la ley. La amnistía borra cuarenta y cinco años de admirable historia democrática española.
Por eso decir no a la amnistía es decir sí al Estado de Derecho, a la Constitución y a la democracia.
Decir no a la amnistía es decir sí a España. Decir no a la amnistía es decir sí a Europa.
A pesar de las dificultades del momento, somos optimistas. España es una gran nación que superará esta anomalía histórica como ha superado otras muchas a lo largo de los años.
Nadie va a arrancar a los españoles la libertad, la igualdad y la democracia que tanto costó conseguir. No lo va a conseguir el Sr.Puigdemont y mucho menos el Sr. Sánchez.
España es una gran nación, que nadie lo dude, una gran democracia Europea. España es una tierra donde los valores europeos han arraigado para siempre, por eso Europa se juega tanto ante una amnistía que es profundamente anti europea.
Que nadie se engañe, la amnistía de Sánchez es la condena de los valores europeos.
- Manfred Weber, Dolors Monserrat y Siegried Muresan son presidente y vicepresidentes del Partido Popular Europeo