Cartas al director
El maurismo del siglo XXI
Como amante y estudioso de nuestra Historia Contemporánea, considero que el mejor referente político de la derecha ha sido la tradición liberal y conservadora del maurismo, cuyo origen se sitúa en D. Antonio Maura, tantas veces líder de esta modalidad de la derecha sociológica, que no sólo partidaria. Soy consciente de que D. Ramón Pérez-Maura, gran periodista de este diario digital y referente periodístico de la prensa conservadora española, es descendiente de la saga de los Maura. Pero, desde mi punto de vista, el maurismo no se terminó en el primer tercio del complicado siglo XX. Porque maurismo es sinónimo de convicciones, coherencia y sensibilidad liberal, desde la moderación y el sentido común. La política no es solo un ejercicio propagandístico y una mera actividad en la vida pública. La política es un estilo de vida al servicio de los demás y del bien común. Y, precisamente, en estos tiempos, cuando se cuestiona la legitimidad de la derecha española de gobernar e, incluso, de cómo debe de practicar la oposición a la izquierda, en un contexto de imposición cultural de lo que este Gobierno considera como lo democráticamente correcto, recordar como hubo un tiempo en que maurismo y modernidad eran sinónimos, pues viene bien el recordarlo. Porque, a igual que hace, justamente, 100 años, desde una izquierda tan radicalizada como la de ahora, exclamación «Maura, no», ironía del destino, se afirma, «la derecha con la ultraderecha, no». El tiempo es cíclico, evidentemente. Ni Maura era, ni hay un peligro de retorno al fascismo. El único peligro es la vuelta al odio y al sectarismo de la ultraizquierda, la misma la que representa este Gobierno.