Cartas al director
Irene Montero, a sabiendas de su injusticia
«El Consejo de Estado no puede dejar de censurar la gravedad que reviste la omisión de este trámite procedimental de la consulta previa establecida con carácter preceptivo, un trámite esencial para la participación ciudadana en la orientación de las iniciativas normativas del Gobierno» (Dictamen de 10 de junio de 2021, sobre el proyecto de ley de libertad sexual). Pese a que, desde hace un año, la ministra Irene Montero sabe que los ciudadanos tenemos que participar en sus proyectos de leyes, este martes la ministra Montero ha acordado tramitar con urgencia otro anteproyecto de ley (el del aborto), lo cual impide dicha participación. Además, la ministra Montero vuelve a ir de pionera en la materia, a sabiendas de que el Consejo de Estado ya le dijo que que ello no se corresponde con la realidad. En fin, transcurrido un año desde el anuncio de la «ley del no es no» –era muy urgente aprobarla–, la ley no existe y sigue pendiente de aprobarse en las Cortes Generales y de publicarse en el BOE. Sinceramente, que la ministra Irene Montero, perdedora absoluta en las últimas elecciones generales, nos chotee a todos un día sí y otro también, no es aceptable. Perdió estrepitosamente las elecciones generales, como premio la hicieron ministra, y, ya a las órdenes del doctor Sánchez, nos impide a los ciudadanos opinar sobre sus propuestas. En mi opinión, la ministra Irene Montero nos trata a los ciudadanos, a sabiendas, de forma muy injusta. Déjenos participar, ministra Irene, tal y como prevén las reformas legales que hizo el Gobierno de Rajoy para regenerar la democracia. O dígalo claramente, en voz alta: «Españoles plurinacionales, mi guía es Maduro, don Nicolás».