La doble trampa para el PP de la enmienda 'sí es sí'

El PSOE ha decidido, con unos meses de retraso, proponer una enmienda a la ley del 'sólo sí es sí' que, ignorando las advertencias contrarias de diversos órganos de consulta obligatoria, propuso y aprobó como Gobierno. So pretexto de disensión con sus socios y de urgencia sobrevenida, que ha esperado sin embargo a que no sé cuantos nuevos condenados lo hayan sido en rebajas, presenta ahora la propuesta como partido, evitando así la obligatoriedad de consultas previas.

Esta circunstancia pone al PP en una incómoda disyuntiva: 1) Si se abstiene o vota no, tiene asegurado el mantra de «demuestra su probado antifeminismo de ultraderecha... etc.» 2) Si vota sí, aceptando su modificación por la vía sin consulta obligatoria, daría indirectamente su visto bueno al resto de una ley que ignoró todos los informes desfavorables. Susto o muerte. ¿Necesita el PP ponerse en esa situación? No. Lo que debe hacer es presentar (ya están tardando) una proposición de enmienda que ha pasado por todas las garantías previstas: el texto completo de la ley anterior.

Garantizar la solvencia de las leyes presentadas al Congreso y Senado debería ser siempre obligatorio, porque allí se sienta una proporción no insignificante de individuos de todos los partidos que no las leen ni las consideran según su propia conciencia, simplemente pulsan el botón que les ordene quien les puso en nómina.

Un último comentario para quienes me representan, que son todos de vez en cuando pero no siempre los mismos: ningún partido y ningún diputado o senador puede comportarse indolentemente ante la visión de la incompetencia en plena actividad, y menos secundarla. No están para eso. Apláudanse menos y siéntanse los responsables de lo que nos pasa, porque lo son en gran medida.