Cartas al director
Cambio pato por gallina
A lo largo de la reciente noche electoral muchas televisiones ofrecieron los resultados confrontando con toda naturalidad las sumas PSOE+Unidas Podemos con las de PP+Vox, confirmando que esa asociación es natural y que calificar a Vox como ultraderecha nazi ya no cuela. Irónicamente, Sánchez acaba de igualarlos en extremismo. La respuesta a la repentina convocatoria de elecciones generales por Sánchez debiera haber sido la rápida adopción de acuerdos de gobierno PP+Vox, para anunciar: hemos entendido el mensaje de los votantes. Los diferentes resultados de Vox en Madrid y Valladolid muestran que el bloque de votantes de centro y derecha es flexible y ha ajustado la proporción PP: Vox en función del su respectivo ejercicio político en cada lugar. Pero el PP se empecina en ignorar la voluntad clara de sus votantes, mendigando la abstención de otros grupos anticonstitucionalistas para gobernar él solo en minoría.
En las próximas elecciones, «derogar a Sánchez» está lejos de ser seguro. Requerirá superar la suma PSOE + independentistas + zarracatralla de izquierdas parcialmente resucitada en yolilandia. ¿Sueña el PP que, ganando al PSOE, Bildu le permita gobernar en minoría? Los electores de PP y Vox, pongamos que en proporción 3:1, están anunciando una determinación admirable de votar el 23-J ¿No merecen que los dos partidos dejen de mirarse el ombligo y se asocien para garantizar que 3+1 sume 4 y no 2,5? Yo leo en los ojos de estos votantes un clarísimo mensaje: «Hay que cambiar este pato cojo por una gallina. Pero ojo: una que pueda poner huevos».