A vacaciones tenemos derecho todos, pero con dignidad y respeto

No deja de sorprenderme, pero sobre todo preocuparme, las actuaciones de Pedro I El Mentiroso desde sus vacaciones paradisíacas en un país con el que siempre hemos tenido relaciones institucionales aceptables y que ahora y con su directa participación, cuestiona todo lo que es España, nuestra identidad y nuestra soberanía. Las sensaciones que nos deja esta decisión del presidente en funciones son preocupantes, por su elección de zona vacacional, por los últimos acontecimientos internos y políticos sufridos y nunca aclarados con el gobierno marroquí y por la dejadez con la que asume sus funciones como responsable político de la fuerza que quiere gobernar.

Aburre, preocupa y «descoloca», las actuaciones que se están llevando a cabo por sus segundos espadas con las fuerzas políticas, independentistas, separatistas y terroristas en los que se tiene que apoyar. ¿Dónde está el respeto a la Constitución, a las promesas del orden constitucional y del Estado, cuando asumió la presidencia del Gobierno en 2019? Nos engaña, nos ningunea, nos mete en una pirámide de despropósitos que nos llevara a romper toda nuestra convivencia y nuestro entidad como gran país.

Respétenos y trabaje de verdad, si quiere mantenerse en la Moncloa, por todos nosotros y no solo por esos individuos cuyo único propósito es romper con todo lo que nos identifica como gran país.