Nuevo curso

Septiembre ya llegó. Nuevo curso, aunque en este caso con preocupación: inestabilidad política, económica y, ahora también, jurídica. El despropósito que pretende perpetrar el hipotético futuro Gobierno encabezado por el líder socialista –la llamada ley de amnistía o el eufemismo que se utilice– debería escandalizar a todos los ciudadanos de este país comprometidos con la igualdad ante la ley. ¿Con qué autoridad moral podrá dicho Ejecutivo demandar que los españoles cumplan con sus obligaciones cívicas si los primeros que deberían dar cumplimiento a las leyes se las saltan o establecen mecanismos para ello? La igualdad que pregonan en realidad es la acentuación de las diferencias existentes entre gobernantes y gobernados, eso sí, con el apoyo o desconocimiento de parte importante de los electores. No todo vale con tal de mantenerse en el poder y si el PSOE no lo sabe, los españoles deberíamos recordárselo protestando en las calles.