Vigencia de Comboni

La visita de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión de la Unión Europea a Lampedusa, con motivo de la llegada masiva de migrantes, pone de manifiesto, una vez más, la vigencia del mensaje de San Daniel Comboni, «África o Muerte», que se concreta en regenerar África, ésto es, desarrollar a los africanos en África, un continente castigado por las ambiciones económicas de muchos países europeos, en que los africanos eran explotados y condenados a la esclavitud, contra la que luchó Comboni con todas sus fuerzas hasta que las enfermedades contraídas en África se lo llevaron a los 50 años. Una de las bases de ese desarrollo, para Comboni, además de la evangelización, fue la enseñanza, con la seguridad de que en la educación estaban los cimientos del desarrollo integral de los africanos. Con esta idea los Misioneros Combonianos –como los de otras congregaciones e institutos– trabajan en centros educativos, como el Comboni College de Jartum, en Sudán, especializado en estudios tecnologicos, actualmente cerrado como consecuencia de la guerra que desde hace cinco meses sostienen dos facciones militares con la motivación de las minas de oro e impulsados por algún estado extranjero. Por ello, la primera tarea que debe imponerse la Unión Europea, antes que una compleja regulación de los flujos migratorios, es la pacificación de las naciones empeñadas en guerras civiles de las que resultan huidas masivas de africanos, especialmente de jóvenes que huyen de los reclutamientos a que forzosamente son sometidos. Europa ha sacado mucho beneficio de África, es momento de que, en el propio beneficio de la convivencia en Europa, se desarrolle la idea de Comboni de desarrollar a los africanos en África. Y ello empieza con su pacificación y en el fomento de los regímenes democráticos que estabilicen la convivencia y convenzan a los jóvenes de que sus países tienen futuro.