Cartas al director
Tiempos de miedo y odio
Contaba mi padre que con dieciséis años y buscando aventuras se subió a un camión de soldados y se bajó en el frente de Guadarrama. La continuación fue el frente de Teruel y allí solo sintió pena y frío. Lo reclamaron por menor y su bagaje de guerra fue una sordera casi total, por los efectos de un obús que mató a la mula que llevaba y a él le perdonó la vida. Nunca, jamás, le recuerdo una sola palabra de odio o rencor sobre aquellos años negros de España. Solo hablaba del miedo que dominaba los años anteriores de la guerra civil, con altercados y desordenes. Decía que, como las estaciones, primero vino el miedo y después el odio. Hoy estamos viviendo un calco de todas sus palabras; altercados, desórdenes, situaciones que nunca pensábamos que serían posibles en una sociedad en democracia y que no quiero ni deseo para nuestros hijos y nietos. Me temo que quien ignora el pasado esta condenado a repetirlo. Suena la voz de mi padre, recordándome que como las estaciones, primero llega el miedo y detrás llegara el odio. Creo que ya los tenemos aquí.