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21 de septiembre de 2024

Cartas al director

Carrero Blanco

El BOE n.º 79 de 2 de abril de 1973 publicaba un Decreto de Presidencia del Gobierno «sobre reforma de la Enseñanza Superior Militar para formación de Oficiales de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire».

El texto, firmado por el almirante Luis Carrero Blanco, señalaba la necesidad de atender a los nuevos y complejos elementos técnicos, al progreso y desarrollo cultural alcanzado por la sociedad; y además había que tener en cuenta lo promulgado por la Ley General de Educación y Financiación de la Reforma Educativa, de 6 de agosto de 1970.

Se quiso que ambas enseñanzas superiores, la civil y la militar, fueran equiparables y para ello se alargaba la segunda en un año, para dejarla en cinco, como cualquier licenciatura de la época, y se dividía en dos partes, básica y de especialización, a semejanza de la universitaria en la que había dos ciclos, diplomatura y licenciatura. Establecía además puentes entre ambas, pudiendo los alumnos universitarios con el primer ciclo aprobado solicitar el ingreso en la Enseñanza Superior Militar.

Sin embargo, lo más rompedor era lo siguiente: «Podrá exigirse a juicio de los correspondientes ministerios militares (Tierra, Marina y Aire) aprobar algunas disciplinas pertenecientes al primer ciclo de determinada Facultad».

Esto fue puesto en marcha inmediatamente por el Ejército de Tierra, y así nació pocos meses después, en mayo de 1973, el Curso Selectivo. Este curso constaba de dos fases, una de instrucción militar bastante dura, y otra escolar, y entre ambas se seleccionaba a los que habrían de ingresar en la Academia General Militar de Zaragoza en cada promoción. La fase escolar era la que cumplía una parte del Decreto, y de acuerdo con la Universidad de Zaragoza, se estudiaba en régimen de internado, el primer curso de la licenciatura de Físicas de esta Universidad. La primera promoción a la que se le aplicó fue la XXXIII.

Por razones que sería largo de exponer este plan de estudios apenas duró seis promociones, no obstante, puede ser considerado el germen del actual sistema en el que se exige a los cadetes la obtención de un grado universitario.

Estamos ante el cincuentenario del asesinato de Carrero, el día 20 de diciembre, y el de la modernización de la Enseñanza Superior Militar iniciada por él meses antes.

Luciano Ibáñez Dobon

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