De Isabel la Católica a Pedro Sánchez

Al día 10 en el Parlamento pudimos comprobar las grades aptitudes del presidente para negociar en el último momento los decretos que tanto le gustan para imponer su ley a todos los españoles.

Con gran talento negoció, según todos los indicios, la cesión a Cataluña del Reino de Aragón, comprometiéndose a estudiar en las próximas semanas la cesión sin condiciones del reino de Valencia. Con este ágil gesto, Sánchez consiguió in extremis la abstención del grupo catalán, sacando adelante sus decretos leyes.

Contando ya con las cesiones de Navarra a los vascos y del Reino de Granada a Marruecos, el actual presidente español, ha logrado en apenas unos meses lo conseguido con tanto esfuerzo político y militar por nuestra Reina Isabel la Católica varios siglos atrás.

Para las próximas elecciones generales cuando tenga a bien convocarlas, Galicia, Asturias, Cantabria y las dos Castillas deberán elegir quien gobernará los siguientes cuatro años. No incluyo en esta relación a Madrid ya que todos sabemos quién será la elegida.

Mi única petición a nuestro proverbial Gobierno es que exija el inmediato desalojo de las Cortes, a la presidenta, miembros de la mesa y diputados pertenecientes por el escrutinio anterior a la distribución histórica del reino y retornen definitivamente a sus nuevos reinos de origen.

Creo albergar la remota esperanza de que para entonces Sánchez se desalojado de la Moncloa y viaje sin retorno a la Venezuela de Maduro en el Falcon de su propiedad.