Cartas al director
Chantaje miserable
En ocasiones, recurro a nuestro diccionario de la Lengua para contemplar el exacto significado de la riqueza de las palabras; porque en ellas van intrínsecos los valores del lenguaje. Y viendo lo que, con tal de mantenerse en el poder, está permitiendo el presidente Sánchez a golpistas proindependentistas, a proetarras nunca arrepentidos, a ultranacionalistas separatistas y a extrema izquierda populista, he buscado el término «chantaje». Y la Real Academia de la Lengua entiende y asimila «chantaje» como «extorsión». Y «extorsión», la RAE lo define como: 1. «Presión que se ejerce sobre alguien mediante amenazas para obligarlo a actuar de determinada manera y obtener así dinero u otro beneficio». Y 2. «Trastorno o perjuicio». Viendo las amenazas de Junts, de Bildu, y del resto de compañía, queda claro el injusto beneficio que consiguen para su egoísmo individualista casi xenófobo, a la par que el trastorno o perjuicio que ocasionan al resto del conjunto de España. Y todo este chantaje es permitido y patrocinado por Sánchez y sus ansias del juego de tronos, sin importarle lo más mínimo el daño causado al interés general y al bien común de todos los ciudadanos. Chantaje miserable, con mayúsculas.