Cartas al director
El burro parió una cabra
Le pide el manijero al zagal, por indicación del 'aperaor', que compruebe que el burro parió una cabra. Pero señor, un burro no pare, y menos una cabra. Niño, si el 'aperaor' ha dicho que el burro parió una cabrá, el burro parió una cabra.
Esto puede pasar si la gente se queda en casa sin votar. Estas elecciones, las europeas, muchos las toman a broma. He ahí su error, porque son más importantes que otras, y me refiero a las autonómicas, por los muchos parlamentarios y muchos gastos para papá estado, y además muchas se pasan la Constitución por sus respectivos arcos triunfales, al no respetar la igualdad de todos los españoles, véase en sanidad, educación, lengua española, hacienda pública, y en los cuerpos y fuerzas de seguridad, por citar las más importantes. Y todo porque cada comunidad autónoma tiene sus estatutos, y estos los anteponen a la Constitución Española, ley de leyes con mayor rango que cualquier estatuto.
En estas elecciones está en juego el futuro agrícola, ganadero y pesquero español de la PAC. Algo muy serio a tener en cuenta. Si el centro derecha español no vota con responsabilidad, sentido común, y unido y, sobre todo no acude a votar, tendremos a Pedro Sánchez para rato, y nos obligará, como el 'aperaor', con su ordeno y mando, haciéndonos ver que lo irracional es racional por narices.
Ya conocemos las actuaciones Luis Planas, ministro de Agricultura, al que Cesar Lumbreras le llama el desaparecido, y también conocemos las actuaciones de Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España que, como es tan lista a las órdenes de su jefe Pedro Sánchez, no ha dimitido, ni la han dimitido como democráticamente tendría que ser, y ahí sigue haciendo uso de su cargo gubernamental, dando mítines a favor del PSOE, y permitiendo algo tan insólito, como es el colocar placas solares en tierras de alto rendimiento productivo agrícola, tierras en las que desaparecen las producciones, y también, la cría de pájaros, conejos y liebres, tan abundantes en esas fértiles tierras.
Como el pueblo español no espabile, y en particular los agricultores, los ganaderos, los pescadores, y los industriales de los ramos anteriores, todos, en su conjunto, perderán, y el burro seguirá pariendo cabras.
Manuel León Vega