Por la boca muere el pez

Vallase, Sr. Rajoy, sin presupuestos, sin mayoría y con un partido corrupto no se puede gobernar. Desprestigia a España, que un presidente tenga que declarar ante un juez como testigo por las corruptelas de su partido. España y los españoles no se merecen un presidente que mienta. Esto es lo que le decía Pedro Sánchez a Mariano Rajoy, por unas corruptelas de unos mindundis que pasaban por su partido. Rajoy ni dimitió ni se marchó. Le echaron en una moción de censura. Para quedarse Sánchez con toda la corrupción y la mentira.

Ya sabemos que los políticos de izquierdas siempre han tenido una mala relación con la verdad. Y Sánchez tiene el recurso de la mentira para reunir a todas las fuerzas del fraude y el engaño.

Un año después de las últimas elecciones (que perdió) Sánchez consiguió siete votos para tener mayoría y poder gobernar, pero no gobierna. No consigue que le aprueben nada en el Congreso, ni siquiera él se presenta para verlo. No tiene presupuestos ni los tendrá, ya no tiene las mayorías que acumulo, lo que sí tiene es mucha corrupción desde el colchón. Y a su partido lo tiene podrido y hundido en el fango. El PSOE ha dejado de ser una formación política, (el partido de los cien años de honradez y ni uno más) para convertirse en una secta dedicada a rendir culto a su líder, para que se perpetúe en el poder.

Vallase, Sr. Sanchez, déjese de cartitas y reflexiones que tiene que ir a declarar ante el juez como testigo y esposo de las supuestas corrupciones de Begoña. Como presidente ya le tocara. Lo dice Feijóo. Todas las empresas públicas están llenas de corrupción, Renfe, Correos, TVE y muchas más, no se libra ninguna. Hasta el nuevo Ministerio Pumpidoso, creado y fundado para limpiar toda la corrupción socialista del pasado. Y la de sus socios fugitivos golpistas.