En sentido inverso

No pasa día en que el presidente golpista Sánchez, no nos amenace con una nueva ey inquisitoria. Ahora se trata de 'Medidas para la regeneración democrática', otra estratagema para cubrirse las espaldas y huir hacia delante, a la vista de la que le va a caer encima, por la presunta corrupción en su entorno familiar. Cuando lo que realmente procede es todo lo contrario, es decir que la ciudadanía exija a sus actuales gobernantesqque inexcusablemente pasen por un filtro de reeducación democrática, para evitar que sigan cometiendo las tropelías que están llevando a la desaparición del Estado de derecho en España.

Nunca, pero nunca, en tiempos de democracia, España ha estado tan desprestigiada como en la actualidad, siendo los casos de la amnistía a los golpistas catalanes, la anulación de las sentencias de los ERE de Andalucía y el descaro de premiar con 100 millones de euros los medios de comunicación afines a su causa, las gotas que han colmado el vaso de la indignidad. Y puede que nadie haya caído en la cuenta de que cuando en 1981 se dio el golpe de Estado del 23F, España no había caído en un precipicio tan profundo como en el que actualmente nos encontramos. Por eso, de lo que ahora se trata, es de hacer frente a este nuevo golpe de Estado, que con vaselina nos están colando. Así que, por favor, PP y Vox, pónganse las pilas de una puñetera vez, porque ya estamos hartos los ciudadanos de bien, y con Ursula von der Leyen presidiendo de nuevo la Comunidad Europea no podemos esperar nada positivo para España.