Burradas

Podría titularse «Crónicas del Bronx» para los que la novela o el cine, más que las crónicas, nos habían hecho concebir la idea de que estas cosas sólo se daban allí. Pero estamos en Madrid, en el ferragosto de 2024, y las bandas no se van de vacaciones, se zurran entre ellos y se disputan territorios.

No conozco Madrid para imaginarme escenarios. No me imagino dónde situar la boca de incendio despanzurrada en la que los zagales se remojan.

Un chico de 16 años ha resultado herido de gravedad esta noche al ser apuñalado por otro en una calle de San Blas-Canillejas. Parece ser que fue agredido por otros cinco. Un menor de 15 años fue detenido esta madrugada en Madrid tras disparar con una escopeta a un grupo que, en venganza, lo agredieron, amputándole una mano y causándole graves heridas.

A años luz de Madrid, pero no de las tonterías que nos han colonizado, en Boñar, adonde van los asturianos a secarse y creó el Museo de Fauna Salvaje el dr. Romero Nieto, Pacma ha denunciado «trato vejatorio» a unos burros que «fueron obligados a participar» en una carrera. «La escena se volvió aún más perturbadora cuando uno de los jinetes, frustrado, insultó al animal con un «vamos, hijoputa». Es inaceptable que en pleno siglo XXI sigamos presenciando espectáculos donde los animales son forzados a participar en actividades que atentan contra su bienestar físico y emocional».

Aquí no protesta nadie para que existan leyes que permitan condenar al asesino de un niño a que se pudra en la cárcel o una buena temporada al que se le coge robando por enésima vez, aquí, así nos va, se protestan las carreras de burro.

Algunas obligaciones deben de tener estos semovientes para ganarse el pan, pero, a este paso, que tiemble Mijas.