Cartas al director
La incompetencia de AENA ¿e Iberia?
Lunes 26 de agosto. Aeropuerto de San Sebastián. Me pongo a las 12:40 en la cola para pasar el control de seguridad. Sólo hay dos vuelos que estén siendo llamados. El de Vueling VLG 2485 de las 13:30 a Barcelona y el de Iberia IBE 0507 de las 13:40 a Madrid que es el mío. La cola de pasajeros rebosa las líneas marcadas con cintas y se desborda por la terminal. Desde que me pongo en la fila tardo 28 minutos hasta que paso el control. Como para llegar con menos de una hora de antelación cuando está permitido facturar hasta 45 minutos antes de la hora de salida. Iberia me ha informado esa misma mañana por correo electrónico de que la puerta de embarque es la 2. Veo los habituales carteles señalando los diferentes grupos de embarque del 1 al 4. Me dirijo al 1 y cuando muestro mi tarjeta de embarque, me dicen que ése es el vuelo de Vueling a Barcelona. Les señalo el cartel del grupo 1 de Iberia y me responden que AENA no lo ha cambiado. Ni los empleados de ambas compañías tampoco. Así que me remiten al cartel del Grupo 4 por donde embarcan todos los pasajeros del vuelo, por cierto, por la puerta 4, no la 2.
Y eso me ha hecho pensar, porque el pasado 18 de agosto tomé otro vuelo con Iberia en Bogotá. Llegué a la puerta de embarque y el grupo 1 y el 2 compartían un único acceso que estaba abarrotado. Me puse a hacer pacientemente cola, sin que aquello se moviera y ¡oh sorpresa! Vi que los que estaban embarcando eran los del grupo 4. Me acerqué y una amable señorita me indicó que como había tanta gente en el otro acceso, habían decido embarcar a los del grupo 1 por el acceso del grupo 4. Esto empieza a ser una costumbre y seguro que en Bogotá no era culpa de AENA.