Cartas al director
La victoria de Trump
Desde el primer atentado que sufrió Trump en plena campaña electoral, muchos pensamos que la victoria se decantaría de su lado, a pesar de la igualdad con su competidor Biden.
Después, Kamala contaba con la ventaja de haber irrumpido en la carrera presidencial tras la renuncia de Biden. Se podría interpretar como un soplo de aire fresco que necesitaba el Partido Demócrata y que la llevaría a la presidencia de los Estados Unidos.
Al final, el pueblo americano ha preferido a una persona acusada y procesada por diferentes delitos. Esto no es un buen comienzo para los cuatro años que le esperan y que nos espera al resto del mundo.
En cuanto a Europa, la victoria de Trump no parece una buena noticia. Que el presidente del país más poderoso del mundo tenga a Putin como su mejor amigo no parece nada esperanzador para el Viejo Continente. Imagino el cuerpo que debe tener hoy el presidente de Ucrania, Zelenski, sabedor de que una negociación con Putin estaría hoy en día desequilibrada a favor del último. Años de guerra y miles de soldados muertos o heridos no habrán merecido la pena. Si negocia, malo; si sigue la guerra sin la ayuda de Estados Unidos, peor. Europa sola no podría financiarla; pero, dejar a Putin campar a sus anchas pone los pelos de punta. Primero a Polonia, Rumanía y a las repúblicas bálticas y, por extensión, al resto del continente.
No, no es una buena noticia para Europa la victoria de Trump; aunque siempre hay algunos que se alegren mucho, como Orban o Robert Fico.