Estrategia de defensa

Los más optimistas apuestan la continuidad del Gobierno a la aprobación de los Presupuestos. Ponen velas para que el sanchismo consiga resolver el nuevo sudoku con la técnica de siempre. Ya saben, dar a cada uno lo suyo, que en realidad es lo nuestro.

Así que, con un gobierno sin credibilidad, empapado en fango de DANA y corrupción, sin otro plan que continuar el desguace de España con el apoyo de un corrompido tribunal político que a empujones se abre paso a una cúspide judicial que no es su sitio; con un partido que perdió las elecciones y que no pierde ocasión de denigrar a la ganadora oposición; con una élite ocupada en mantener el poder a toda costa mientras empobrece a las clases más humildes y fulmina a la agonizante clase media; con todo ese indigno despropósito pretenden mantenerse en pie, apoyados en los enemigos del Estado al que pretenden hacernos creer que sirven.

Dicen que lo de Aldama es una 'estrategia de defensa'. Que ya me dirán que estrategia es esa de revolverse contra los altos cargos del Poder Ejecutivo, haciendo amigos. Los insultos de esos cargos a la justicia y al periodismo de investigación, su negación de todo sin otro argumento más que el cierre de filas y la caradura, esa es su estrategia de defensa, de su persona.