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Análisis económicoJosé Ramón Riera

El sanchismo, cada día más lejos de la OTAN y sus objetivos

En 2023, el Gobierno solo dedicó a Defensa Militar el 0,9 % del PIB

Actualizada 04:30

En la última reunión de la OTAN, el 18 de diciembre, se tenía que decidir cuál iba a ser la posición respecto a la guerra de Ucrania y a la llegada de Donald Trump a la Presidencia de los Estados Unidos. España no estuvo representada.

La animadversión existente entre Mark Rutte, el ex primer ministro holandés y actual Secretario General de la OTAN, y Pedro Sánchez, es conocida, a nivel mundial. Se odian a muerte.

Pedro Sánchez estuvo durante muchos meses como candidato a ser el nuevo secretario general de la OTAN y, mientras eso duró, trató de acercarse al cumplimiento de los compromisos que tienen los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte desde el 2006, que es dedicar el 2 % del PIB a Defensa Militar; sin embargo desde que supo que no tenía ninguna posibilidad ha pasado a una posición de indiferencia y, con la presión de sus socios comunistas, redujo sustancialmente su gasto dedicado a esta partida.

Precisamente por eso, en esta última reunión y aunque era informal y en la residencia de Mark Rutte, España, la cuarta potencia de la Unión Europea, no fue invitada a asistir, a pesar de que estuvieron presentes países como Polonia y Dinamarca, además de los tres grandes y Reino Unido.

«Si el sanchismo piensa que puede con la OTAN, con la Unión Europea caerá»

La llegada de Donald Trump va a tener como consecuencia una reducción profunda de los gastos de Estados Unidos en este organismo y la exigencia de que los países miembros asuman sus responsabilidades económicas y aporten al menos el 2 % de su Producto Interior Bruto, en términos nominales, como aportación a la Defensa de Europa.

El sanchismo ya se ha definido y habrá que ver que sucede en 2025, pero las cosas no pintan nada bien para Sánchez en el concierto internacional y mucho menos en la relación con sus socios europeos, que están viendo en él una rémora para la Unión Europea.

La OTAN y sobre todo su secretario general nos tiene en el punto de mira. Donald Trump también y si la Unión Europea no lo quiere pasar mal con los Estados Unidos en los próximos cuatro años, tendrá que negociar y la OTAN es una de las monedas de cambio que va a exigir la nueva Administración americana.

No tenemos información de lo que ha pasado en 2024 en el Ministerio de Defensa y los pocos datos que ha publicado la Intervención General de la Administración del Estado indican que el gasto ha crecido un 5,1 %, que va a ser inferior al crecimiento esperado del PIB Nominal que es un 5,9 %.

Pero para que queden los datos claros, aquí está la comparación entre los que dedicamos en 2022 y 2023 a la Defensa Militar: El esfuerzo económico dedicado a Defensa Militar pasó de 15.347 millones de euros a 13.987 millones con una bajada del 8,9 %. Se ve claramente que al sanchismo y a su ministra de defensa, poco les importa el tema militar.

Para empezar, sabemos que los gastos de personal están creciendo en la Administración General del Estado muy cerca del 5 % y en la Defensa Militar sólo crecen un 1,4 %, lo que quiere decir, que el número de efectivos dedicados a este tema en 2023 es inferior a los que había en 2022.

En los gastos corrientes, está claro que les preocupa poco y han crecido un 14,1 %, pasando de 3.154 millones a 3.599 millones.

Lo que llama mucho la atención es la caída en inversiones que se produce en el año 2023. Lo invertido en 2022 llegó a los 4.952 millones, donde Pedro Sánchez tenía posibilidades de ser Secretario General de la OTAN, a dedicarle 3.269 millones, con una bajada del 34 %, cuando ya sabía que no iba a ser el sustituto de Stoltenberg. En otros gastos, reduce también su gasto un 54,9 %.

Aquí viene la gran crítica que está recibiendo nuestro país a través de nuestro presidente. En 2022 le dedicábamos el 1,1 % de nuestro PIB a la Defensa, para pasar en 2023 a dedicarle un 0,9 %, cuando para cumplir con los compromisos de la OTAN deberíamos haber dedicado a esta partida 29.966 millones, que hubiese supuesto gastar 15.979 millones más de euros, habernos llevado el Gasto Público consolidado a 696.931 millones, el déficit a 68.648 millones, la deuda como mínimo a 1.591 billones, el déficit sobre el PIB a un 4,6 % y la deuda sobre el PIB a un 106,2 %.

Si el sanchismo piensa que puede con la OTAN, con la Unión Europea caerá y sino tendrá que tragar Quina Santa Catalina y que aumentar el gasto en 2025 a muy cerca de los 33.000 millones, lo cual le implica tener que buscar otros casi 20.000 millones de impuestos para no disparar el déficit.

Lo que si tengo claro es que el resto de los gastos no van a bajar.

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