Con un poco de imaginación

Todos los años, cuando llega este día, hacemos una especie de balance de lo positivo y de lo negativo del año que está a punto de terminar, de lo bueno y de lo malo que nos ha pasado en los últimos 365 días. Igualmente, nos llenamos de buenos deseos para los siguientes meses que están por llegar.

Vamos a hacer un pequeño esfuerzo e imaginemos cómo nos gustaría que fuese el año que va a empezar. Que Trump pare la Guerra de Ucrania en cuestión de días o de semanas, como prometió; ahora bien: sin que Putin saque demasiada tajada de ello. Un Putin empoderado por un acuerdo muy favorable para Rusia solo traería para Europa más problemas.

En segundo lugar, que termine también la Guerra de Gaza, donde tanto inocente ha terminado sufriendo y perdiendo la vida. La paz tiene que ser justa, pues sin ella no habrá futuro para esa región del mundo. Las religiones monoteístas nacieron allí y, por lo tanto, merecería otra realidad donde todos respeten a todos.

Para España tendría claro lo que deseo. Primero, un presidente que no nos mienta, aunque sé que eso es imposible sin unas elecciones a corto plazo y una debacle socialista.

En segundo lugar, que la UCO haga bien su trabajo y obtenga suficientes pruebas para poner a los malversadores y amigos de lo ajeno a buen recaudo en prisión, aunque sea con la ayuda de Aldama.

En tercer lugar, que no se vuelva a usar el «ser esposa de» o «mujer de» para obtener méritos que no se han conseguido legitimante. Para terminar, que el fiscal general del Estado ponga su dimisión sobre la mesa y deje de hacerle ese daño tan atroz a la democracia española. Como veis pido poco. ¡Feliz Año Nuevo!